En América Latina, México se posiciona detrás de Brasil y Perú en número de casos confirmados de la enfermedad infecciosa, que se ha propagado principalmente entre hombres homosexuales y bisexuales como Francisco.
La Organización Mundial de la Salud declaró la viruela del mono como una emergencia sanitaria mundial el 23 de julio, lo que provocó una mayor atención por parte de las autoridades regionales, sin embargo, algunos médicos y activistas en los dos países más grandes de América Latina dijeron a Reuters que la respuesta ha sido demasiado tibia.
"No estamos viendo que se tomen las medidas necesarias, ni que se le dé la importancia necesaria a la viruela del mono", dijo el doctor Sergio Montalvo, especialista en salud sexual en la Ciudad de México.
Médicos como Montalvo temen que las autoridades no hayan aprendido la lección de la pandemia de COVID-19, que ha puesto en jaque a los sistemas de salud y ha dejado a los gobiernos sin fondos.
La situación es similar en Brasil, donde los 970 casos registrados representan más de dos tercios del total de la región, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El Ministerio de Salud de Brasil anunció un plan de emergencia contra la viruela del mono el 28 de julio, más de un mes después de su primer caso y un día antes de informar la primera muerte por este tipo de viruela fuera de África en el brote actual.
"Ya estábamos recibiendo noticias sobre el brote en Europa y Estados Unidos, pero el Gobierno no hizo nada", dijo Vinicius Borges, especialista en enfermedades infecciosas en Sao Paulo, y añadió que el dolor provocado por los síntomas de la viruela del mono ha tenido "graves efectos" en la salud física y mental de sus pacientes.
Los ministerios de salud de México y Brasil no respondieron a múltiples solicitudes por parte de Reuters para realizar una entrevista.
Tras el comunicado de la OMS, la Secretaría de Salud de México publicó su primer consejo relacionado con viruela del mono desde que el país confirmó el primer caso en mayo.