La NASA detuvo el sábado una cuenta regresiva en curso y pospuso su intento de visitar la Luna una vez más en la misión Artemis, la cual iba a lanzar el primer vuelo de prueba de su gigantesco cohete de nueva generación.
El último intento de lanzar el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), de 32 pisos de altura, y su cápsula Orión, fue anulado tras repetidos intentos de los técnicos por corregir una fuga de propulsor de hidrógeno líquido superenfriado que se bombeaba a los tanques de combustible de la etapa central del vehículo.
Además de los problemas para remediar la fuga, los gestores de la misión se retrasaron en la cuenta regresiva, dejando muy poco tiempo para completar los preparativos previos al despegue.