En nombre de Alemania, el presidente Frank-Walter Steinmeier pidió "perdón" a los familiares de las víctimas y asumió la responsabilidad de los errores cometidos por las autoridades alemanas.
"Como jefe de Estado de este país y en nombre de la República Federal de Alemania, les pido perdón por la falta de protección de los atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de Múnich y por la falta de explicaciones posteriores; por el hecho de que lo sucedido haya podido ocurrir", dijo el jefe de Estado en presencia de su homólogo israelí Isaac Herzog.
La ceremonia tuvo lugar en la base militar de Fürstenfeldbruck, a unos 30 kilómetros al oeste de Múnich, donde un asalto policial mal preparado para liberar a los rehenes acabó en un "baño de sangre", en palabras del presidente alemán.
"Estamos hablando de una gran tragedia y de un triple fracaso. El primer fracaso se refiere a la preparación de los Juegos y al concepto de seguridad. El segundo son los acontecimientos del 5 y 6 de septiembre de 1972. El tercer fracaso comienza al día siguiente del atentado: el silencio, la represión, el olvido", añadió Steinmeier.
¿Qué pasó en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972?
El atentado, en el undécimo día de los Juegos de Múnich, dejó una marca indeleble en la historia del olimpismo.
Ocho miembros de la organización palestina Septiembre Negro atacaron a la delegación israelí al amanecer en su alojamiento en la Villa Olímpica.