El presidente Volodímir Zelenski celebró la ofensiva como un potencial avance en una guerra que ha durado ya seis meses, y dijo que en el invierno boreal podría haber más ganancias territoriales si Kiev recibe armas más potentes.
En su discurso diario en el día 200º del conflicto, Zelenski agradeció a los militares ucranianos que "liberaron a centenares de nuestras ciudades y o pueblos (...) entre ellos los más recientes son Balakliïa, Izium y Kupiansk".
Ucrania afirmó que expulsó a las tropas rusas de varios puntos estratégicos del este del país, después de que Moscú anunciara un repliegue de la región de Járkov para reforzar el frente de Donetsk, más al sur.
A comienzos de mes, el ejército ucraniano anunció primero una contraofensiva en el sur del país, antes de lograr esta semana un avance en el noreste, en la región de Járkov.
El silencio casi total de Moscú sobre la derrota -o cualquier explicación sobre lo ocurrido en el noreste de Ucrania- provocó la ira entre algunos comentaristas proguerra y nacionalistas rusos en las redes sociales. Algunos pidieron al presidente Vladimir Putin que haga cambios inmediatos para asegurar la victoria final en la guerra.
Los logros son importantes desde el punto de vista político para Zelenski, que intenta mantener a Europa unida detrás de Ucrania -suministrando armas y dinero- en un momento en que se avecina una crisis energética invernal, tras los cortes del suministro de gas ruso a los clientes europeos.
Zelenski afirmó que las fuerzas ucranianas seguirán avanzando. "No nos quedaremos quietos", dijo en una entrevista con la CNN grabada el viernes en Kiev. "Avanzaremos de manera lenta y gradual".
Una bola de nieve
El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, señaló que Ucrania debe asegurar el territorio retomado en previsión de un posible contraataque ruso en las estiradas líneas de suministro ucranianas. Según dijo al Financial Times, las fuerzas ucranianas podrían ser rodeadas por nuevas tropas rusas si avanzaban demasiado.
No obstante, aseguró que la ofensiva fue mucho mejor de lo esperado, describiéndola como una "bola de nieve rodando colina abajo". "Es una señal de que Rusia puede ser derrotada", comentó.
El jefe de la administración rusa en Járkov pidió a los residentes que evacuaran la provincia y huyeran a Rusia, informó TASS el sábado. Los testigos describieron atascos de autos con gente abandonando el territorio controlado por Rusia.
Washington pareció adoptar una postura pública cautelosa y el Pentágono remitió a Reuters a las declaraciones del secretario de Defensa, Lloyd Austin, el jueves, sobre los "alentadores" éxitos de Kiev en el campo de batalla.
El Ministerio de Defensa británico afirmó el domingo que los combates continúan en torno a Izium y Kupiansk, el único centro ferroviario que abastece a la línea del frente rusa en el noreste de Ucrania y que fue retomado por las fuerzas de Kiev.
Apagones y cortes en el suministro de agua afectaron a varias zonas de la región de Járkov el domingo, según escribió el gobernador regional Olegh Synehubov en Telegram. Acusó a las fuerzas rusas de atacar las infraestructuras civiles.
Moscú niega que sus fuerzas estén atacando de forma deliberada a los civiles. El gobernador de la región central de Dnipropetrovsk, Valentyn Reznichenko, dijo que los ataques rusos también dejaron sin electricidad a varias ciudades. "Son incapaces de asumir las derrotas en el campo de batalla", escribió en Telegram.