El máximo responsable de la diplomacia de Putin, Sergei Lavrov, en su discurso del sábado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, apuntó a la postura de Washington sobre Taiwán, así como a las sanciones occidentales a Moscú por la guerra en Ucrania.
"Están jugando con fuego en torno a Taiwán. Además, están prometiendo apoyo militar a Taiwán", dijo Lavrov.
Putin respalda explícitamente a China respecto a Taiwán. "Tenemos la intención de adherirnos firmemente al principio de 'Una sola China'", dijo Putin la semana pasada. "Condenamos las provocaciones de Estados Unidos y sus satélites en el estrecho de Taiwán".
Cuando se le preguntó la semana pasada en una entrevista en el programa 60 Minutes de la CBS si las fuerzas estadounidenses defenderían a Taiwán, Biden respondió: "Sí, si de hecho hubiera un ataque sin precedentes".
La declaración fue la más explícita hasta la fecha sobre el compromiso de las tropas estadounidenses para defender la isla. También pareció ir más allá de una antigua política estadounidense de "ambigüedad estratégica", que no deja claro si Estados Unidos respondería militarmente a un ataque contra Taiwán.
Momentos antes de Lavrov, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, dijo que Pekín seguiría trabajando por la "reunificación pacífica" con Taiwán, y que combatiría las "actividades separatistas" hacia la independencia de Taiwán, al tiempo que tomaría medidas contundentes para oponerse a cualquier interferencia externa.
"Sólo previniendo resueltamente las actividades separatistas podremos forjar una verdadera base para la reunificación pacífica. Sólo cuando China esté completamente reunificada, podrá haber una paz duradera en el estrecho de Taiwán", dijo.
Sus comentarios se producen un día después de una reunión de 90 minutos en Nueva York con el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sus primeras conversaciones desde la visita de Pelosi a Taiwán en agosto.
Tras la reunión, China acusó a Estados Unidos de enviar "señales muy equivocadas y peligrosas" sobre Taiwán. Blinken dijo a Wang que el mantenimiento de la paz y la estabilidad de Taiwán era de vital importancia, según declaró a la prensa un funcionario de alto rango del gobierno de Biden.
China considera a Taiwán como una de sus provincias. Pekín lleva mucho tiempo prometiendo poner a Taiwán bajo su control y no ha descartado el uso de la fuerza para conseguirlo.
El gobierno de Taiwán se opone firmemente a las reivindicaciones de soberanía de China y afirma que sólo los 23 millones de habitantes de la isla pueden decidir su futuro.