Se considera que varios de los candidatos apoyados por Trump para las primarias socavan las alternativas convencionales con más chance de ganar y desperdician potencialmente victorias fáciles en campos de batalla clave contra los demócratas.
Entre sus elecciones controvertidas figuran Mehmet Oz, un famoso médico de Pensilvania, y J.D. Vance en Ohio, un inversionista de riesgo que ha pasado la mayor parte de su vida adulta en Silicon Valley. Ambos son señalados como de no tener contacto con la realidad y son propensos a los desatinos retóricos.
En Georgia, apoya a la ex estrella del fútbol americano Herschel Walker, acusado de violencia doméstica.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien necesita solo un escaño para arrebatarle la cámara alta a los demócratas, ha insinuado que considera problemática la "calidad de los candidatos".
Si "los candidatos al Senado como Walker, Oz, Vance (...) acaban perdiendo" y los demócratas siguen teniendo la mayoría en el Senado, "se culpará en gran medida a Trump", zanja Hudack.
Para David Greenberg, profesor en la Universidad de Rutgers, el expresidente tiene "poco que ganar" con las elecciones de medio término.
Pero "tiene mucho que perder porque si sus candidatos fracasan, se verá que ha perdido su magia", dijo Greenberg a la AFP.