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Francia vs. Marruecos: dos historias de jugadores migrantes

Las selecciones que disputarán la segunda semifinal de Qatar 2022 están llenas de ejemplos de futbolistas que representan a países distintos a los de su nacimiento.
mié 14 diciembre 2022 07:27 AM
Francia vs Marruecos: la historia de ambos equipos está marcada por la migración de sus jugadores
La aparición de jugadores nacidos en otro país diferente al que representan en la Copa Mundial de Futbol de la FIFA inició en Uruguay 1930, el primer mundial.

Yassine Bounou, el portero de la selección de Marruecos mejor conocido como Bono, se ha convertido en uno de los grandes héroes del mundial Qatar 2022. Gracias a él su equipo solo ha recibido un gol en todo el torneo —un autogol en su juego ante Canadá— y su papel en la ronda de penales ante la selección de España en los octavos de final fue clave para que Marruecos se encuentre a un solo partido de diputar la final del torneo.

Pero la vida de este futbolista inició muy lejos de Marruecos. Bono nació hace 31 años en Montreal, Canadá y no visitó la tierra de sus padres hasta que cumplió 7 años. Su historia con el futbol ha estado ligada tanto a Marruecos como a España, país en el que ha desarrollado la mayoría de su carrera como profesional.

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"Soy más marroquí que cualquier otra cosa. Lo que pasa es que al llegar a España aprendí con argentinos y se me quedó un poquito el acento", explicó en alguna ocasión este arquero que ha elegido dar sus conferencias de prensa durante la copa en árabe, a pesar de manejar a la perfección otras lenguas como el inglés, el francés y el español.

La historia de Bono es única. Muchos de sus compañeros de equipo pueden relatar una biografía parecida: son hijos de migrantes marroquíes en países europeos o norteamericanos que decidieron representar al país de sus padres en competencias internacionales.

En el mundial de Rusia 2018 —previo a Qatar 2022— 17 de los 23 seleccionados de Marruecos nacieron en el extranjero. Cinco de ellos nacieron en Países Bajos, ocho en Francia, dos en España, uno en Bélgica y otro más en Canadá, de acuerdo con un artículo del Migration Policy Institute.

La mayoría de estos jugadores compiten en las ligas europeas, lo que les ha permitido tener un nivel de juego tan bueno como el de las selecciones del Viejo Continente.

Francia, una selección de migrantes

La selección a la que enfrentará Marruecos en la semifinal, Francia, también se ha visto beneficiada por la migración, pero en el sentido contrario. En 1998, cuando el país recibió el mundial y les bleus obtuvieron su primer campeonato, nueve miembros de la selección francesa eran inmigrantes o hijos de inmigrantes, incluida su gran estrella, Zinedine Zidane, el tercer hijo de un matrimonio que tuvo que migrar de Argelia por la guerra de independencia.

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En Rusia 2018, 20 años después, Francia volvió a ser la selección campeona del mundo, pero ahora con 17 inmigrantes o hijos de inmigrantes. Steve Mandanda, por ejemplo, nació en lo que entonces era Zaire, Benjamin Mendy tiene padres senegaleses, los de Paul Pogba son de Guinea y la familia de Nabil Fekir es argelina.

Kylian Mbapé, quien hizo su debut mundialista con Francia en Rusia 2018 y es uno de los máximos anotadores de Qatar 2022, es hijo del inmigrante camerunés Wilfried Mbappé Lottin y de Fayza Lamari, una jugadora de balonmano de origen argelino.

Una vez que todas las selecciones africanas habían sido eliminadas en el mundial de 2018, muchos fanáticos recurrieron a la alineación de Francia como la siguiente mejor opción. Y cuando les Bleus levantaron el trofeo, muchos fanáticos del futbol en toda África vitorearon la victoria tan apasionadamente como en Francia.

“¡África ganó la Copa del Mundo! ¡África ganó la Copa del Mundo!”, dijo el presentador Trevor Noah en The Daily Show después del triunfo francés. “Lo entiendo, tienen que decir que es el equipo francés. Pero mira a esos tipos, ¿eh? Amigos míos, ese bronceado no se obtiene por pasar el rato en el sur de Francia”.

Estas declaraciones no le cayeron muy bien al gobierno francés. El entonces embajador de Francia en Estados Unidos, Gérard Araud, criticó duramente las declaraciones de Noah y aseguró que su país no distinguía a sus ciudadanos por su etnicidad o su historial migratorio.

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“Francia es de hecho un país cosmopolita, pero cada ciudadano es parte de la identidad francesa y juntos pertenecen a la nación de Francia”, escribió en una carta a Noah. “Para nosotros, no existe una identidad con guión, las raíces son una realidad individual”.

En la misiva, Araud subrayó que la rica y variada trayectoria de la selección francesa reflejaba la diversidad del país.

“No estoy tratando de ser un imbécil, pero creo que es más un reflejo del colonialismo de Francia. Porque no es que sea solo al azar, todos tienen algo en común”, respondió Noah.

Una historia tan vieja como los mundiales

La aparición de jugadores nacidos en otro país diferente al que representan en la Copa Mundial de Futbol de la FIFA inició junto con la misma competición, pues ya desde Uruguay 1930 se han presentado futbolistas naturalizados.

Estados Unidos se convirtió en la sorpresa de aquel primer torneo al llegar hasta las semifinales. Con camisetas y pantalones blancos y medias azules, el equipo estadounidense estaba compuesto esencialmente por jugadores británicos recientemente nacionalizados, cinco escoceses y un inglés.

Históricamente, Estados Unidos ha sido la selección que ha llevado a más jugadores nacidos en el extranjero (48 hasta Rusia 2018). En cambio, Brasil, el equipo que más veces ha levantado la copa, jamás ha jugado con jugadores naturalizados, aunque varios jugadores nacidos en Brasil han representado a otros países.

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