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Francia vive una nueva ola de huelgas contra la reforma de pensiones de Macron

Las protestas contra el plan de aumentar la edad de jubilación afectan a varios sectores, como la refinación, la educación y el transporte público.
mar 31 enero 2023 12:03 PM
La policía francesa permanece en posición en medio de enfrentamientos cerca de los Inválidos durante una manifestación contra el plan de reforma de pensiones del gobierno francés en París como parte de una huelga nacional y protestas en Francia, el 31 de enero de 2023.
Para los sindicatos, el reto consistirá en mantener el movimiento huelguístico en un momento en que la elevada inflación está erosionando los salarios.

Cientos de miles de personas protestaron de nuevo este martes en las calles de Francia contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, decidido a aprobarla en el Parlamento pese al creciente rechazo popular.

Las dos medidas que cristalizan el descontento son el retraso progresivo hasta 2030 de la edad de jubilación de 62 a 64 años y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años —y no 42 como ahora— para cobrar una pensión completa.

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Los trabajadores en huelga interrumpieron el martes las entregas de las refinerías francesas, el transporte público y los colegios.

En las redes ferroviarias, solo funcionaba uno de cada tres trenes de alta velocidad TGV y aún menos trenes de cercanías y regionales. En el metro de París, los servicios no funcionaban.

Con pancartas en las que se leía "No a la reforma" o "No nos rendiremos", muchos manifestantes dijeron que saldrán a la calle tantas veces como sea necesario para que el gobierno dé marcha atrás.

"No conduciremos hasta que tengamos 64 años", dijo la chofer de autobús Isabelle Texier en una protesta en Saint-Nazaire, en la costa atlántica. "Para el presidente es fácil. Se sienta en una silla (...) puede trabajar hasta los 70, incluso", dijo, añadiendo: "No podemos pedir a los que ponen los tejados que trabajen hasta los 64, no es posible".

La marcha en París registró algunos choques con las fuerzas de seguridad, que se saldaron con 18 detenidos, según la prefectura de policía. Las autoridades desplegaron 11.000 agentes en el país, de los cuales 4,000 en la capital.

La incógnita en esta nueva jornada de protestas era si los sindicatos lograrán movilizar más gente que el 19 de enero, cuando 1.12 millones de personas manifestaron, según las autoridades y el doble para los sindicatos.

Para los sindicatos, el reto consistirá en mantener el movimiento huelguístico en un momento en que la elevada inflación está erosionando los salarios.

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Hay "más gente" en la calle, dijo Laurent Berger, líder del principal sindicato, CFDT, al inicio de la marcha en París. La central CGT anunció medio millón de manifestantes en la capital. Doce días atrás, cifró 400,000 (80,000, según el gobierno).

La policía proyecta 1.2 millones de manifestantes como máximo en Francia. A la espera de los datos de París, las primeras cifras oficiales apuntan a una participación ligeramente al alza: 40,000 en Marsella, 28,000 en Nantes, 23,000 en Rennes, etc.

En cambio, los trabajadores públicos en huelga fueron menos en la educación —uno de cada cuatro docentes, según el gobierno; el doble para los sindicatos—, así como en la empresa de ferrocarriles SNCF (36,5%), según una fuente sindical.

La punta de lanza vino en esta ocasión del sector energético. Las centrales nucleares registraron una caída de producción de unos 3,000 MWh, según la empresa EDF. Y entre un 75% y un 100% del personal de las refinerías y de los depósitos de TotalEnergies se unieron al paro, según la CGT.

TotalEnergies declaró que el 55% de los trabajadores de los turnos de mañana de sus refinerías dejó las herramientas, una cifra inferior a la del 19 de enero.

Los sondeos muestran que una mayoría sustancial de los franceses se opone a la reforma, pero Macron pretende mantenerse firme. La reforma es "vital" para garantizar la viabilidad del sistema de pensiones, dijo el lunes.

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La oposición de izquierda pidió así una "moción de censura popular" en las calles. "Estamos viviendo un día histórico. El señor Macron está seguro de perder", dijo su líder Jean-Luc Mélenchon, que reclamó un "referéndum" sobre el proyecto.

Con el rechazo ya anunciado del frente de izquierdas Nupes y de la extrema derecha, el gobierno espera lograr el apoyo clave en el Parlamento del partido de derecha Los Republicanos (LR), favorable a una reforma pero dividido sobre si sostener la actual.

El rechazo popular, actualmente alrededor del 70% según los sondeos, aumenta la presión. Además, según una encuesta de Odoxa, dos de cada tres franceses valoran negativamente al presidente y a su primera ministra.

Desde su llegada al poder en 2017, Macron defendió su voluntad de "sacudir" el sistema con sus reformas de corte liberal, que en ocasiones le valieron una imagen de "presidente de los ricos", como durante la protesta social de los chalecos amarillos.

La reforma de las pensiones es clave para él. La edad de jubilación en Francia es una de las más bajas de Europa y acercarla a la de sus vecinos busca garantizar el equilibrio futuro en la caja de las pensiones, según este exbanquero de negocios.

Después que la pandemia le obligara a retirar un primer intento, el gobierno escogió un polémico procedimiento parlamentario que le permite aplicar el actual plan si las dos cámaras del Parlamento no se pronuncian para finales de marzo.

Los plazos se anuncian ajustados. La Asamblea Nacional (cámara baja) empezó esta semana a examinar en comisión las 7,000 enmiendas presentadas al texto, antes de que pase al pleno el lunes y, a continuación, al Senado (cámara alta).

Con información de AFP y Reuters

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