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La reforma al sistema de pensiones en Francia pone a Macron a prueba

El presidente francés intenta, por segunda vez, atrasar retrasar la edad de jubilación, por lo que los sindicatos han prometido una serie de huelgas a lo largo del país.
mié 18 enero 2023 05:04 AM
Una pancarta que representa a la primera ministra francesa Elisabeth Borne y al presidente francés Emmanuel Macron se muestra mientras los manifestantes asisten a una manifestación contra la reforma de las pensiones en Rennes el día que el gobierno francés revela su reforma de las pensiones, Francia, 10 de enero de 2023.
Con una de las edades de jubilación más bajas del mundo industrializado, Francia gasta más que la mayoría de los demás países en pensiones

El presidente centrista Emmanuel Macron pone a prueba el jueves su impulso reformista en Francia, que se prepara para vivir una jornada de "infierno" con una importante huelga contra el retraso de la edad de jubilación a 64 años.

La revisión del sistema de pensiones era un pilar central de la agenda reformista de Macron cuando llegó al Elíseo en 2017. Pero archivó su primer intento en 2020 mientras el gobierno luchaba por contener el brote de covid-19.

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Con una de las edades de jubilación más bajas del mundo industrializado, Francia gasta más que la mayoría de los demás países en pensiones, casi 14% de la producción económica, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Esto es lo que debes saber sobre el nuevo sistema de pensiones que Macron busca implementar y por qué genera tanto rechazo entre la población.

Los puntos claves de la reforma de Macron

La edad legal de jubilación pasará de 62 a 64 años, a razón de tres meses por año a partir del 1 de septiembre de 2023 hasta 2030.

La medida "afectará a todos los trabajadores activos", incluidos los funcionarios, precisó la primera ministra, Élisabeth Borne.

Con una de las edades de jubilación más bajas del mundo industrializado, Francia gasta más que la mayoría de los demás países en pensiones, casi 14% de la producción económica, según la OCDE.

Las personas con discapacidad podrán retirarse antes, a partir de 55 años, y aquellas con invalidez, con 62 años.

Quienes empezaron a trabajar más temprano podrán jubilarse antes. Los trabajadores en activo desde antes de sus 16 años podrán hacerlo con 58 años, aquellos que empezaron entre los 16 y los 18, a los 60; y dos años después quienes empezaron su vida laboral entre la mayoría de edad y los 20.

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Entre los funcionarios, los militares, policías, bomberos o los auxiliares de enfermería conservan su derecho a una jubilación anticipada.

Para cobrar una pensión completa, la duración de cotización pasará de los 42 años actuales a 43 años para 2027. El gobierno adelanta así este objetivo previsto por una reforma adoptada en 2014 por el gobierno del socialista François Hollande, pero para 2035.

El plan mantiene el límite de jubilación a 67 años con pensión completa para aquellos que no cotizaron lo suficiente.

Los periodos de baja por maternidad o paternidad también se tendrán en cuenta, lo que beneficiará sobre todo a las "mujeres", según el gobierno.

La pensión completa de los futuros jubilados no podrá ser inferior a 85% del salario mínimo, es decir unos 1,200 euros (1,287 dólares) cuando entre en vigor la reforma, si la aprueba el Parlamento.

La medida se aplicará a los ya pensionistas, según Borne, una concesión para recabar el apoyo del partido de derecha Los Republicanos y que beneficiará a "casi 2 millones" de personas.

Para facilitar la contratación de las personas de más edad, el gobierno creará un "índice seniors" para "poner en valor las buenas prácticas y denunciar las malas”.

Las empresas de más de 1,000 empleados deberán participar a partir de este año y las de más de 300 a partir de 2024. El gobierno no descarta sanciones para las empresas reacias.

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Francia además prevé facilitar el regreso al trabajo de los jubilados para que mejoren su pensión y flexibilizar la jubilación progresiva, que permite trabajar dos años a tiempo parcial antes de retirse, cobrando una parte de la pensión.

La mayoría de regímenes de pensión especiales, como los del transporte público de París RATP, las empresas de energía o el Banco de Francia, dejarán de aplicarse para las nuevas personas contratadas en estos sectores.

Una medida muy impopular

Más de seis de cada 10 personas se oponen, según un sondeo de OpinionWay publicado este martes. Un 61% de los encuestados considera "necesaria" una reforma, pero no esta, y 58% apoya las protestas.

"El nivel de apoyo a la movilización es importante, por encima de la media (...) Todo dependerá de la dinámica del movimiento y la batalla que nos espera es incierta", dijo el vicepresidente de la empresa de sondeos, Bruno Jeanbart, al diario Les Échos.

Pero Macron, que el jueves estará en Barcelona para una cumbre franco-española, ha dejado al frente a su primera ministra Élisabeth Borne, quien defendió este martes "un proyecto de justicia" y “progreso".

"Tiene razón de no estar en primera línea", dijo a AFP Frédéric Dabi, del instituto de sondeos Ifop, para quien si "hay una crispación terrible", podrá intervenir más tarde.

"Todo se sucede como si los franceses hubieran integrado que el gobierno no podrá ceder, porque Macron se juega su mandato", agregó el analista.

Huelgas para que “la reforma no salga adelante”

Los ocho principales sindicatos esperan "millones" de huelguistas y manifestantes.

"El objetivo es mucha gente en la calle, mucha gente en huelga para que, como en 1995, la reforma no salga adelante”, dijo secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) francesa, Philippe Martínez, en entrevista con EFE.

En las protestas que se organizaron tras el anuncio en noviembre de 1995 por el entonces primer ministro, el conservador Alain Juppé, de una reforma de pensiones que al final tuvo que retirar por la respuesta en la calle, se contabilizaron entre uno y dos millones de manifestantes en un solo día.

La última gran movilización sindical tuvo lugar en 2010 cuando el gobierno del conservador Nicolas Sarkozy propuso y aprobó retrasar la edad de jubilación de 60 a 62 años.

Martínez destaca que todos los sindicatos se han unido en la convocatoria del próximo jueves, algo "excepcional" en Francia, dada la habitual diferencia entre el tono más tajante de la CGT y el más reformista de la Confederación Francesa Democrática de Trabajadores (CFDT).

El secretario general de la CGT afirma que todos los sindicatos están comprometidos "en una movilización importante y no veo por qué no vamos a ir hasta el final, es decir, hasta el abandono de esta ley injusta”.

Punta de lanza en 2019 y 2020, los trabajadores de los transportes irán en gran número a la huelga: circularán pocos trenes de alta velocidad y casi ningún tren regional, indicó la compañía SNCF.

En París, el transporte público, clave para la vida económica de la ciudad, circulará al ralentí: tres líneas del metro estarán cerradas y otras diez funcionarán parcialmente, según la empresa RATP.

"Será un jueves de infierno", advirtió en la cadena France 2 el ministro de Transportes, Clément Beaune, llamando a aquellos que puedan a teletrabajar.

Muchos deberán combinar así el trabajo con el cuidado de los hijos. Un 70% de los maestros de primaria harán huelga el jueves, anunció el sindicato Snuipp-FSU.

Las autoridades pidieron también a las aerolíneas que anulen 20% de sus vuelos en el aeropuerto parisino de Orly por un paro de controladores.

El sector de la energía se anuncia clave con una reducción de la producción de la electricidad y paros en depósitos y refinerías, avivando el temor de una escasez de combustible como en octubre.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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