Pero los temores por la seguridad de los equipos de socorristas han obligado a suspender algunas operaciones y decenas de personas han sido arrestadas en Turquía acusadas de realizar saqueos tras el sismo, según la prensa estatal.
Un equipo israelí de voluntarios anunció el domingo que se retiró tras las "significativas" amenazas a su seguridad en Turquía.
26 millones de afectados
En medio de las rudas condiciones del invierno, siguen registrándose casos milagrosos de personas encontradas bajo los escombros, pero los expertos advierten que las esperanzas de encontrar supervivientes disminuyen con cada día que pasa.
En el sur de Turquía, un bebé de siete meses llamado Hamza fue rescatado con vida más de 140 horas después del sismo en Hatay y una adolescente identificada como Esma Sultan, de 13 años, fue salvada en Gaziantep, según medios estatales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que 26 millones de personas se vieron afectadas por el terremoto y lanzó un pedido urgente para recaudar 42.8 millones de dólares para financiar las necesidades de salud urgentes.
Según la agencia turca para situaciones de emergencia y desastres naturales, cerca de 32,000 personas están movilizadas en las operaciones de rescate, así como más de 8,000 rescatistas extranjeros.
Pero en muchas zonas, los equipos carecen de sensores, lo que implica que su trabajo se reduce a excavar con cuidado los edificios derrumbados con palas o incluso con las manos desnudas.
Alaa Moubarak, director de Defensa Civil de Jableh, en el noroeste de Siria, dijo no han recibido nuevos equipos en 12 años.
"Si hubiéramos tenido este tipo de equipamiento, habríamos salvado cientos de vida, quizás más".