"La mayoría de las bajas civiles registradas se debieron al uso de armas explosivas con efectos de área amplia, incluidos bombardeos de artillería pesada, sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, misiles y ataques aéreos", detalló la Acnudh.
Sin embargo, esta oficina de Naciones Unidas admite que el número de muertes puedes ser mucho mayor, ya que la recepción de la información de algunos lugares donde ocurren intensas hostilidades se ha retrasado y muchos informe aún no han sido corroborados.
Las minas, menos mortales por el momento, podrían serlo a largo plazo. Un 30% del territorio ucraniano estaría plagado, según Kiev.
La oenegé Human Rights Watch (HRW) acusa por su parte a Ucrania de sembrar la región de Izium (este) de minas antipersonales.
Según los expertos, se necesitarán varios años para limpiar el territorio.
En noviembre de 2022, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, sugirió que por lo menos 40,000 personas han muerto en el conflicto.
Unos 180,000 soldados rusos murieron o resultaron heridos, así como 100,000 militares ucranianos, indica Noruega.
Otras fuentes occidentales hablan de 150,000 bajas en cada bando. En comparación, durante la guerra de Afganistán (1979-1989), la entonces Unión Soviética perdió 15,000 soldados.
El lado ucraniano suele emplear los términos "carne de cañón" y "carnicería" para definir la estrategia rusa: reclutas mal formados enviados a una muerte casi segura.