Países como Estados Unidos y Alemania han sido bastante reacios a brindar ayuda humanitaria por el temor de que estos recursos terminen bajo el control de Al Asad.
El director del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas David Beasley, dijo a la agencia Reuters un día antes que los gobiernos sirio y turco habían cooperado muy bien, pero que sus operaciones se estaban viendo obstaculizadas en el noroeste de Siria.
Una semana antes, la agencia dijo que se estaba quedando sin insumos allí y pidió que se abrieran más pasos fronterizos desde Turquía.
El miércoles 1 de marzo, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, visitó la zona por primera vez y pidió aumentar el envío de ayuda humanitaria a esta región de Siria.
"Los habitantes del noroeste de Siria necesitan ayuda de la comunidad internacional para superarlo y reconstruir" la región, añadió, instando a la comunidad internacional a movilizarse.
"Incluso antes del sismo, la necesidades aumentaban mientras la ayuda internacional disminuía", subrayó Tedros.
"No debemos cerrar los ojos o dar la espalda al pueblo sirio", insistió.
Tanto la OMS como MSF dicen que la situación puede tornarse peor si no se toma acción urgente, pues otros problemas de salud pueden aparecer, especialmente la cólera.
Con información de AFP y Reuters