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La basura se acumula en París y Macron insiste en la reforma de las pensiones

El presidente francés se niega a renunciar con los sindicatos y asegura que las enmiendas deben seguir adelante.
vie 10 marzo 2023 06:44 PM
Gente camina en la calle donde los botes de basura están rebasados y la basura no ha sido recolectadas
De momento, el impacto no ha sido importante, ya que el frío ha impedido que la basura en París y otras ciudades apeste.

La basura se acumulaba en las calles de París y se bloqueaban las entregas de combustible de las refinerías porque los trabajadores continuaban con las huelgas contra la reforma de las pensiones, pero el presidente Emmanuel Macron se negó a reunirse con los sindicatos y dijo que las enmiendas deben seguir adelante.

"Como garante de las instituciones, mi deber es preservar este tiempo parlamentario que está teniendo lugar", escribió Macron en una carta, en la que cierra la puerta a reunirse con los sindicatos, aunque asegura que el gobierno está "a su escucha".

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Macron que los sindicatos habían tenido tiempo de sobra para negociar con el Gobierno en los últimos meses y que ahora era el momento de que el Parlamento revise la reforma, cuya medida clave es una ampliación de dos años de la edad de jubilación hasta los 64 años.

"No subestimo el descontento que expresan ni el temor de muchos franceses a que no haya jubilación para ellos", dijo Macron en la carta, publicada por los medios franceses.

Añadió que no cedería en la necesidad de restablecer un equilibrio financiero duradero del sistema de pensiones para garantizar las pensiones de las generaciones futuras.

Dos de cada tres franceses, según los sondeos, se oponen a su plan de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa.

El rechazo se plasmó en una serie de masivas protestas desde el 19 de enero, pero que no lograron la retirada del proyecto. Los sindicatos convocaron nuevas manifestaciones el sábado, mientras continúa la huelga en los transportes y el sector de la energía.

Los trabajadores bloquearon el viernes las salidas de combustible de las refinerías de TotalEnergies y Esso, mientras se interrumpía el suministro eléctrico y se retrasaba el mantenimiento de algunos reactores nucleares de EDF.

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De momento, el impacto no ha sido importante, ya que el frío ha impedido que la basura en París y otras ciudades apeste. Aún no hay colas en las gasolineras, ya que los automovilistas y los operadores de estaciones de servicio se anticiparon a las interrupciones.

Pero el sindicato de línea dura CGT en la refinería Donges de TotalEnergies dijo que la huelga continuaría al menos hasta el jueves y los sindicatos de recolectores de basura no habían fijado una fecha para la reanudación de los servicios.

Los sindicatos planean más marchas en todo el país para el sábado. Según una nota del Ministerio del Interior citada por la televisión francesa BFM, la policía espera que se manifiesten entre 800,000 y 1 millón de personas.

Un proceso polémico en el Parlamento

El tiempo apremia para los opositores. El gobierno escogió un polémico procedimiento que limitó los días de examen del proyecto y le permite además aplicarlo por ordenanza si para el 26 de marzo las dos cámaras del Parlamento no se han pronunciado.

El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, activó además este viernes un polémico mecanismo que limita todavía más el debate en el Senado, donde se encuentra el proyecto, con la esperanza de que la cámara alta lo vote antes del plazo que termina el domingo.

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Esta iniciativa enfadó a la oposición de izquierdas, que desde el inicio del trámite busca la obstrucción parlamentaria del texto. "El gobierno amordaza al Senado", denunció el legislador socialista, Patrick Kanner.

La semana próxima se anuncia decisiva. Un grupo de diputados y senadores debe acordar el miércoles un texto de consenso que, a continuación, el gobierno someterá de nuevo a ambas cámaras a partir del jueves para su último visto bueno.

Con la mayoría del Senado en el bolsillo, el gobierno podría activar un último mecanismo en la Asamblea Nacional (cámara baja) para asegurarse la adopción de la reforma, que sólo podría rechazarse si la oposición presenta una moción de censura y la gana.

Ese mecanismo conocido como el "49.3" es muy polémico. Philippe Martinez, líder del sindicato CGT, advirtió que su uso sería "muy grave para la democracia" y justificaría que la contestación continuara e incluso aumentara. Miércoles hay convocadas nuevas protestas.

Con información de AFP y Reuters

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