Un oficial indicó la noche del domingo que los rescatistas buscaban a ocho desaparecidos que se presumía estaban entre los escombros. "Esta noche, la pena y el dolor son grandes", reaccionó en un comunicado Benoît Payan, alcalde de esta ciudad portuaria.
"Seguimos haciendo todo lo posible para llevar a cabo las operaciones de rescate", prosiguió y aseguró que "todos los servicios de la ciudad, junto con los servicios del Estado, siguen plenamente comprometidos para continuar la búsqueda".
La fiscal de Marsella, Dominique Laurens, indicó que aún se desconocen las causas de la explosión. El derrumbe provocó un incendio que ha complicado las labores de rescate y las investigaciones, y no ha podido ser controlado, declaró la fiscal en una rueda de prensa.
Imágenes de televisión mostraron nubes de humo que se elevaban de los escombros mientras los bomberos trataban de apagar el fuego, mientras se utilizaban perros adiestrados para tratar de localizar a las víctimas.
"No tenemos nada, ni siquiera un documento de identidad. Lo hemos perdido todo", dijo un hombre que sólo dio su nombre como Roland, en una entrevista con el periódico local La Provence. Consiguió salir del edificio del número 15 de la calle Tivoli con su mujer y sus dos hijos antes de que se derrumbara junto con un edificio vecino.
Un tercer edificio se derrumbó parcialmente, mientras cinco personas fueron trasladadas al hospital con heridas graves, pero no estaba en riesgo su vida. El ministro del Interior, Gerald Darmanin, que visitó el lugar, dijo que 30 edificios de la zona habían sido evacuados.
En 2018, a aproximadamente 1 kilómetro de la tragedia, se derrumbaron tres edificios considerados no habitables, dejando ocho personas muertas. El alcalde de Marsella dijo que no se podía establecer un paralelismo, mientras que la fiscal dijo que no se sabía que los edificios que se derrumbaron el domingo tuvieran problemas estructurales.
(Con información de AFP y Reuters)