La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, que viajó a esta ciudad de unos 140,000 habitantes en los Alpes, precisó que el hombre carecía de antecedentes judiciales o psiquiátricos conocidos.
El agresor dijo "en nombre de Jesucristo" en inglés cuando atacó, según un video consultado por AFP. Cuando fue detenido, lucía una cruz cristiana, y, en su expediente de solicitud de asilo, se declaró como "cristiano de Siria", informó una fuente policial.
Habría llegado a Francia "hace siete meses", dijo Aeteadal K., un refugiado sirio que estuvo en contacto con él en Suecia.
Su exesposa aseguró que se marchó porque no obtuvo la nacionalidad sueca y expresó su incredulidad sobre el ataque.
De la izquierda a la extrema derecha, los líderes políticos condenaron el ataque y expresaron su solidaridad con las víctimas y sus familiares. La Asamblea Nacional observó un minuto de silencio.
En un contexto de tensión política sobre una futura reforma migratoria, el líder del partido opositor de derecha Los Republicanos (LR), Éric Ciotti, que aboga por endurecer el asilo, urgió este jueves a "sacar las consecuencias" del ataque "sin ingenuidad, con fuerza y lucidez".
Francia ha sido blanco de una serie de traumáticos ataques yihadistas en la última década, como los perpetrados contra la revista satírica Charlie Hebdo, el Stade de France y la sala de conciertos Bataclan en 2015, y la ciudad de Niza (sureste) en 2016.
Más recientemente, la decapitación de un profesor a plena luz del día en 2020 cerca de su escuela a las afueras de París a manos de un refugiado checheno provocó una oleada de dolor y un debate nacional sobre la influencia del islam radical en Francia.
Con información de AFP y EFE