“La ley no sólo prohíbe las operaciones, sino también las terapias hormonales y los propios diagnósticos. A partir de ahora, muchos especialistas y psicólogos podrían ser castigados por hacer propaganda homosexual”, resalta.
Emigrar o morir
Algunos ya han tirado la toalla y otros tienen las maletas preparadas. Maxim, un transexual que trabaja con el Centro T, la principal organización de ayuda a los trans en Rusia, cree que la emigración es la mejor opción contra la depresión.
“Tengo planes de emigrar a España. Rusia se está degradando a marchas forzadas. Es muy doloroso. Los que pensaban operarse, tendrán que hacer lo mismo”, dijo.
Aquellos que no disponen de suficiente dinero siempre pueden solicitar asilo en Europa por discriminación sexual.
"Vivir en Rusia sin ayuda médica es imposible. Homofobia y transfobia siempre ha habido, pero no esperábamos esa agresividad. Se ve que quieren canalizar la agresividad de los rusos contra las minorías sexuales", comentó Liubov.
Las parejas con un miembro trans también temen que sus matrimonios sean declarados inválidos y a los progenitores se les prive de la patria potestad.
"Ya hubo casos en los que les arrebataron a los niños, ya que los matrimonios homosexuales son ilegales", señala Alióshina.
Tanto Maxim como Liubov advierten que, si la situación ya es insostenible debido a la presión social, la aprobación de la ley podría empujar a muchos trans al suicidio.
"El porcentaje de suicidios entre los adolescentes trans asciende al 40 %", alerta.