BEIRUT, Líbano- La cita fue a las cuatro de la tarde en la estación de bomberos de Beirut, a casi tres kilómetros del puerto. A esa hora, un centenar de personas ya se encontraban dentro de las instalaciones, colocando en filas las fotografías de los más de 220 fallecidos por la explosión del puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020.
El hermano de Kaissar Fouad Abo, fallecido en la explosión, es uno de los primeros en llegar. Se encuentra solo, parado bajo el sol de 34 grados, cargando la fotografía de su hermano y una rosa blanca. “Seguro va a haber menos gente que el año pasado, pero tenemos que seguir viniendo. Porque esto ya no se trata solamente de la explosión, se trata del país”, dice.