Amazonía
La selva amazónica, que comprende ocho países, también vivió un mortífero 2022 para los ambientalistas.
"El año pasado murieron allí 39 personas defensoras. De ellas, 11 procedían de comunidades indígenas", según el informe.
La mayor selva tropical del mundo, devorada por la tala e incendios provocados para darle paso a la ganadería, es clave para mitigar el cambio climático.
"Año tras año, quienes defienden este bioma (...) se dejan la vida protegiendo sus hogares, sus medios de subsistencia y el buen estado de nuestro planeta", alertó Gobal Witness.
En 2022, el asesinato del periodista británico Dom Phillips y el indigenista brasileño Bruno Pereira en la Amazonía se convirtió en un símbolo de la violencia creciente en esa región donde operan narcotraficantes, mineros ilegales y cazadores furtivos.
Brasil y México
Aunque existe un subregistro, "al menos 1,910 personas defensoras de la tierra y el medioambiente han perdido la vida en todo el mundo desde que Global Witness empezó a documentar estos homicidios en 2012".
Del total, el 70% se registraron en América Latina.
El primer presidente de izquierda en la historia de Colombia aspira llevar al país a una transición energética y pone en el centro de su discurso la protección de la Amazonía y los activistas.
Sin embargo, la oenegé Somos Defensores señala que "la deuda persiste", con un aumento del 42% de los asesinatos de defensores de derechos humanos en 2022 y una impunidad que ronda el 95%.
En Brasil los ambientalistas enfrentaron "una hostilidad implacable" por parte del entonces presidente Jair Bolsonaro (2019-2022), negacionista del cambio climático.
México, el país con más asesinatos en 2021, "registró una caída notable" al pasar de 54 a 31, pero la situación sigue siendo "alarmante", según el informe.
En Asia se documentaron 16 homicidios, 11 de ellos en Filipinas.