"¿Qué vamos a hacer de aquí a 2027? Todavía tenemos dos centrales de carbón, Cordemais (oeste) y Saint Avoid (este), y vamos a reconvertirlas completamente a la biomasa", dijo Macron, reelegido en 2022 por cinco años.
Macron ya había prometido el abandono del carbón, pero la central de Saint Avoid, cerrada a inicios de 2022, fue reabierta en invierno para producir electricidad en un contexto de problemas de abastecimiento.
El presidente debe desvelar el lunes el "rumbo" de su plan ecológico que busca ir "dos veces más rápido" para respetar sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero para 2030.
Aunque en la escena internacional aboga por la salida de las energías fósiles y por las finanzas verdes, el jefe de Estado francés suele defender "una ecología de progreso y de soluciones" y "no punitiva",
Sobre la calefacción a gas, Macron precisó este domingo que no la prohibirá para no dejar a la gente que vive en "las zonas más rurales sin solución", pero abogó por ayudar a la instalación de "bombas de calor".
Para abandonar las energías fósiles en el marco de la lucha contra el cambio climático, Francia apuesta por el desarrollo del sector nuclear, su principal fuente de electricidad, y de las renovables.
Pero, en un contexto de aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, su gobierno se ha visto obligado a buscar soluciones para limitar el alza del carburante.
Macron anunció así una nueva ayuda de 100 euros (106 dólares) por vehículo y año para los "trabajadores" más modestos, tras renunciar a permitir a las gasolineras vender combustible a pérdida ante el rechazo de estas. Ahora pidió que se venda a precio de costo.