"Acepto toda la responsabilidad por mis acciones", continuó Rota, y afirmó que su dimisión se hará efectiva a finales del miércoles.
El viernes pasado, durante una visita del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, Rota rindió homenaje a Yaroslav Hunka, un inmigrante ucraniano de 98 años.
Saludó a Hunka como "un veterano de guerra ucraniano-canadiense de la Segunda Guerra Mundial que luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos" y lo describió como "un héroe ucraniano y un héroe canadiense", lo que provocó una gran ovación de los miembros.
Pero Hunka en realidad sirvió en la 14ª División de Granaderos Waffen de las SS, "una unidad militar nazi cuyos crímenes contra la humanidad durante el Holocausto están bien documentados", según la Friends of Simon Wiesenthal, una organización dedicada a programas de educación sobre el Holocausto y el antisemitismo.
Después del incidente, Rota se enfrentó a una presión cada vez mayor para que dimitiera.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se reunió el viernes en Ottawa con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, quien prometió ayudar a Kiev "el tiempo que sea necesario" y anunció el envío de nuevo material militar hacia la nación en guerra.
Trudeau anunció un nuevo paquete de ayuda a Kiev por valor de 650 millones de dólares canadienses (482 millones de dólares estadounidenses) en tres años.
El paquete incluye unos 50 vehículos blindados y el entrenamiento de pilotos ucranianos en aviones de combate F-16.
"Estaremos con ustedes, junto a todos los héroes de esta valiente lucha, durante el tiempo que sea necesario", dijo el gobernante canadiense. "La historia nos juzgará por cómo defendemos los valores democráticos. Y Ucrania está a la vanguardia de esta gran cuestión del siglo XXI"