Para este organismo, harían falta al menos 100 camiones diarios para atender las necesidades de los 2.4 millones de habitantes del territorio.
Israel, que prometió "aniquilar" al movimiento islamista palestino Hamás, se prepara para lanzar una ofensiva terrestre en Gaza. El ejército quiere "aumentar los bombardeos" en el territorio palestino a partir de este sábado, declaró un portavoz de las fuerzas armadas israelíes.
"Vamos a entrar en Gaza, vamos a hacerlo para cumplir con un objetivo operativo, destruir las infraestructuras y a los terroristas de Hamás, y vamos a hacerlo profesionalmente", declaró el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, que pasó revista a las tropas.
"Es una prueba para nuestra civilización y vamos a ganar", dijo también el primer ministro Benjamin Netanyahu.
#QuéPasóCon ISRAEL y PALESTINA, explicación y resumen del conflicto
Situación "catastrófica"
En la Franja de Gaza, donde, según la ONU, un millón de palestinos huyeron del norte hacia el sur a causa de los bombardeos, la situación es "catastrófica", afirmaron este sábado cinco agencias de Naciones Unidas.
"El tiempo se agota antes de que las tasas de mortalidad se disparen debido a la aparición de enfermedades y la falta de capacidad en la atención médica", advirtieron en un comunicado.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que los gazatíes necesitan "mucho más" y reclamó un "alto el fuego humanitario" para "poner fin a la pesadilla", durante una "Cumbre por la paz" en El Cairo, a la que acudieron dirigentes árabes y occidentales.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, instó a todas las partes del conflicto a continuar permitiendo la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, aludiendo "una necesidad crucial".
Más de un centenar de camiones con ayuda humanitaria esperan para poder entrar en la Franja y decenas de personas con pasaportes extranjeros aguardan del lado palestino para cruzar a Egipto.
Este territorio pobre y estrecho de 362 km2 está sometido a un bloqueo israelí por tierra, aire y mar desde que Hamás tomó el poder allí en 2007.
Desde el 9 de octubre se encuentra en un estado de "asedio completo" por parte de Israel, que ha cortado el suministro de agua, electricidad y alimentos.
Más de 1,400 personas han muerto en territorio israelí desde que Hamás lanzó su sorpresivo ataque en territorio israelí el 7 de octubre, según las autoridades. La mayoría eran civiles que murieron ese mismo día.
En Gaza, más de 4,300 palestinos, mayoritariamente civiles, han muerto en los incesantes bombardeos que Israel ha lanzado en respuesta a Hamás, según el Ministerio de Salud del movimiento palestino.
Además, Hamás mantiene cautivas a unas 200 personas, según el ejército israelí.
El viernes, el movimiento islamista liberó a los dos primeros rehenes, una madre y su hija estadounidenses, gracias a la mediación de Catar.
La ONU reiteró su llamado a la "liberación inmediata e incondicional" de todos los rehenes.
"No nos iremos"
Los esfuerzos diplomáticos por evitar una escalada regional también se intensifican, como con la cumbre organizada por el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi.
Sin embargo, las negociaciones tropezaron en dos puntos: los países árabes se negaron a suscribir la "condena clara de Hamás" y el "llamado a la liberación de los rehenes" que reclamaban los occidentales, explicaron a la AFP diplomáticos árabes que pidieron el anonimato.
Así, la cita concluyó sin comunicado conjunto. La presidencia egipcia lamentó que "la comunidad internacional puso de manifiesto en las últimas décadas su incapacidad para encontrar una solución justa y duradera a la cuestión palestina".
En la cumbre, el rey Abdalá II de Jordania y el presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abás, pidieron un "alto el fuego" entre Israel y Hamás y también una "solución" a los 75 años de conflicto israelo-palestino.
"No nos iremos" de las tierras palestinas, declaró Abás, una posición apoyada por Egipto y Jordania, frente a la evacuación de los gazatíes hacia el sur de Gaza que pide Israel.
Los dirigentes consideran que este es un primer paso hacia "un desplazamiento forzoso" de palestinos al Sinaí egipcio. Según Abás, esto equivaldría a "una segunda Nakba" (catástrofe en árabe), refiriéndose a la expulsión de unos 760.000 palestinos tras la creación del Estado de Israel en 1948.
Otros focos de tensión
Las tropas israelíes siguen concentradas en torno a Gaza en vistas a una ofensiva terrestre. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, fijó como objetivo de la guerra poner "fin" a las "responsabilidades" de Israel en Gaza.
Entre los posibles escenarios, Israel considera "entregar las llaves" del territorio a un tercer país, como Egipto, indicó a AFP una fuente del Ministerio israelí de Relaciones Exteriores.
En otro foco de tensión, el ejército israelí atacó el sábado de madrugada objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano. Este movimiento islamista dijo que cuatro de sus combatientes murieron en el ataque.
También aumentan las hostilidades en Cisjordania, donde Israel anunció el domingo haber matado a "terroristas" en un ataque aéreo contra una mezquita en la ciudad de Yenín.
Según el ejército, milicianos de los grupos palestinos Hamás y Yihad Islámica usaban el templo como "centro de mando para planificar ataques" y "estaban organizando un ataque terrorista adicional inminente".
Israel dijo que todos los presuntos atacantes fueron "neutralizados", pero no precisó el número de muertos. La Media Luna Roja cifró en un muerto y tres heridos el balance del ataque.
Antes de este bombardeo, el Ministerio de Salud palestino había cifrado en 84 el número de muertos en Cisjordania desde el 7 de octubre por ataques de tropas o colonos israelíes.