"Por lo tanto, recomendamos a los servicios que se abstengan de hacer campañas publicitarias" en la plataforma, propiedad del multimillonario Elon Musk, añadió.
Esta decisión no cuestiona la presencia de los servicios de la Comisión Europea en X, precisó el portavoz.
Desde que Musk compró Twitter a finales de octubre de 2022, antes de cambiar su nombre, la plataforma relajó sus reglas sobre la desinformación, redujo sus equipos de moderación de contenidos y permitió el regreso de numerosas personalidades polémicas.
El ejecutivo europeo abrió en octubre una investigación contra esta red social por la supuesta difusión de "informaciones falsas", "contenidos violentos y de carácter terrorista" y "discursos de odio" en el contexto de la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás.
Esto forma parte de la aplicación de la nueva legislación sobre servicios digitales (DSA), que impone obligaciones más estrictas a las plataformas.
La instrucción de suspender toda publicidad sobre X por parte de la Comisión se debe también a una polémica en torno a una campaña realizada en septiembre en esta red social por los servicios de la comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, para promover un proyecto de ley.
Esta campaña está acusada de utilizar técnicas de microciblaje basadas en las opiniones políticas y religiosas de las personas afectadas, en violación de las normas europeas sobre datos personales.