El umbral de ingresos para formar parte del 1% de la población mundial más rica se ajustó por países utilizando la paridad del poder adquisitivo: por ejemplo, en Estados Unidos sería de 140,000 dólares, mientras que el equivalente en Kenia sería de unos 40,000 dólares.
“Hay una narrativa común de que la crisis climática está causada por el ser humano, pero no es cualquier ser humano”, indica Brown. “Son los ultrarricos, no solo sus hábitos de consumo, sino con sus capacidades de inversión, que son diametralmente distintas y tiene efectos diametralmente distintos”.
El economista señala que la manera en la que las personas más ricas del planeta generan más contaminación, sobre todo en el contexto latinoamericano, es el tipo de inversiones que realiza.
“Si vemos la lista de las 15 grandes familias de millonarios en México, lo que vemos en común es que la mayoría de ellas tienen parte de sus inversiones en empresas extractivas de petróleo, gas y minería”, las actividades con mayores emisiones de gases de efecto invernadero, señala.
Las personas más ricas del planeta también tienen una enorme influencia sobre los medios de comunicación, la economía, la política y la elaboración de políticas.
“El salario de todos los senadores estadounidenses, que son quienes ratifican los acuerdos globales sobre cambio climático en nombre de los Estados Unidos, les sitúa entre el 1 % de los mayores emisores de carbono a nivel global”, indica el estudio. “Además de sus elevados ingresos, muchos de estos ricos legisladores han realizado inversiones considerables en el sector de los combustibles fósiles”.