El lunes, varios gobernadores centroderechistas de provincias afectadas por el ajuste fiscal plantearon nuevos cambios en el sistema de coparticipación de impuestos con el Estado central en este país federal, lo que puso el debate de la ley nuevamente en duda.
"Lo que en realidad quieren los diputados del 'bloque extorsión' es seguir viviendo del negocio de la política", fue el comentario del dirigente derechista Joaquín de la Torre en X, que republicó el lunes Milei, hiperactivo estos días en las redes sociales.
El gobierno ya había retirado el viernes el corazón fiscal del proyecto, que incluía, entre otros, moratorias fiscales, cambios en impuestos al patrimonio, a los altos ingresos y a las exportaciones, y modificaciones en el cálculo del aumento de jubilaciones.
El texto original de la "Ley Ómnibus" le aseguraba a Milei un recorte del gasto público de alrededor de 5% del PIB, que ahora sólo podrá alcanzar con otras medidas de ajuste.
El ministro del Economía, Luis Caputo, advirtió que mantendría inalterable su meta de lograr el "déficit cero" en 2024, a través de otros recortes de gastos, por ejemplo de transferencias de fondos con los que las provincias sufragan sus gastos corrientes.
El peronismo, que gobernó hasta diciembre, y fuerzas de centroderecha, siguen objetando las propuestas de privatización de unas 40 empresas públicas, así como la toma de deuda en moneda extranjera y, sobre todo, el otorgar "facultades delegadas" discrecionales a Milei para adoptar medidas sin control del Congreso.