“Para la mayoría de los votantes indecisos, lo político pasa a segundo plano, definen su voto por las condiciones económicos del momento en que se lleva a cabo la elección”, dice Gildardo López, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Panamericana (UP) en entrevista con Expansión.
“Esta es una buena economía”
La inflación, que alcanzó su punto más alto en 40 años (9.1%) en 2022, ha disminuido a 3.1%, un nivel cercano al 2% de la prepandemia, y la economía creció 3.1% en 2023, con el desempleo próximo a mínimos históricos.
Un bajo nivel de desempleo, aumento de salarios y de las contrataciones, sostienen el frenesí de consumo de las familias estadounidenses.
Durante la crisis del coronavirus, las empresas tenían incluso dificultades para contratar, formar y retener a sus talentos. Con ese trasfondo, muchas firmas lo piensan dos veces antes de despedir personal y prefieren reducir contrataciones, explica a la AFP Gregory Daco, economista jefe de EY.
La consecuencia: "Una mayor resiliencia del mercado de trabajo", destaca el especialista. También, empleadores que valoran más a su personal: "Una faceta única de este ciclo económico es que el valor del talento cambió".
"Esta es una buena economía", declaró recientemente Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central estadounidense).
Los salarios, de tanto subir, terminaron creciendo por encima de la inflación, que se modera poco a poco.
"Un descenso de la inflación y el aumento del poder adquisitivo alimentan fuertes gastos de consumo", resumió Julia Pollak, economista jefe del sitio de anuncios de empleo ZipRecruiter, a la AFP.