El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró el lunes que Israel respetará la libertad de culto en la mezquita de Al Aqsa y otros lugares sagrados, pero también advirtió que Israel está "dispuesto" a responder a cualquier exceso.
"El mes del Ramadán puede ser también un mes de yihad, y les decimos a todos: no nos busquen. Estamos listos, no se equivoquen", advirtió Gallant.
Se espera que decenas de miles asistan a las oraciones en la mezquita de Al Aqsa el viernes.
En Washington, el presidente Joe Biden, que alzó el tono en los últimos días con Israel, dijo que el Ramadán "llega en un momento de inmenso dolor”.
"Cuando los musulmanes se reúnan en todo el mundo los próximos días y semanas a romper el ayuno, muchos tendrán muy presente el sufrimiento del pueblo palestino. Yo también lo tengo presente", afirmó.
Ayuda humanitaria
Para intentar paliar la crisis humanitaria en Gaza, un primer barco fletado por la ONG española Open Arms y cargado con 200 toneladas de víveres, está listo para zarpar de Chipre hacia Gaza, en el marco de un corredor marítimo anunciado por la Unión Europea.
El navío espera la autorización de las autoridades chipriotas para zarpar del puerto mediterráneo de Larnaca, a 370 kilómetros de Gaza.
Algunos habitantes acudieron el domingo a una playa al sur de Ciudad de Gaza con la esperanza de ver llegar al barco. "Dijeron que llegaría un barco cargado con ayuda y que la gente podría comer", dijo uno de ellos, Mohamed Abu Baid. "Sólo Dios lo sabe. No lo creeremos hasta que lo veamos", añadió.
Paralelamente, un barco militar norteamericano salió de Estados Unidos con el equipamiento necesario para construir un embarcadero para descargar la ayuda, lo que podría tardar hasta 60 días.
Pero la ONU, que teme una hambruna generalizada en el territorio palestino, sometido por Israel a un asedio total desde el 9 de octubre, afirma que el envío de ayuda por mar y aire no pueden sustituir a la ayuda por vía terrestre.
La ayuda internacional, controlada por Israel, sólo llega a cuentagotas a Gaza mientras las necesidades son inmensas, sobre todo en el norte del territorio, de muy difícil acceso.