Pero si esta "violación" no se denuncia y si no "se respetan" los tratados internacionales desaparece el "respeto a la soberanía, ya es la ley del más fuerte", advirtió.
En tanto Glas, de 54 años, retornó este martes a una prisión de alta seguridad de Guayaquil (suroeste), tras ser hospitalizado el lunes por una descompensación que sufrió al negarse a comer durante 24 horas, según las autoridades ecuatorianas.
Su captura, horas después de haber recibido asilo político, condujo a México a romper relaciones con Ecuador y a anunciar una demanda contra el país sudamericano ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La incursión policial fue condenada por una treintena de países y siete organismos mundiales y regionales como Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, donde se trataba el tema este martes a petición de Ecuador, que considera ilegal el asilo a Glas porque está acusado de un delito común.
Quito justificó además el asalto por un "riesgo inminente" de fuga del exdignatario.
Los abogados de Glas denuncian que no lo habían podido ver porque permanece aislado.
"Tememos por su vida", afirmó este martes el eurodiputado español Manu Pineda en una rueda de prensa en el Parlamento Europeo junto al expresidente ecuatoriano Rafael Correa, de quien Glas fue vicepresidente.
El exmandatario (2007-2017), también condenado por corrupción y exiliado en Bélgica, pidió una "respuesta fuerte" de la comunidad internacional, planteando incluso el retiro de embajadores de la Unión Europea de Ecuador.
Con información de AFP y Reuters