"Mostraremos al mundo cómo se defiende a la democracia, pongamos fin a este fango de la única manera posible, mediante el rechazo colectivo sereno y democrático, más allá de las siglas y de las ideologías, que yo me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España", continuó.
La oposición le reprocha su "teatro"
Las manifestaciones en Madrid y otros puntos de España este fin de semana han "influido decisivamente mi reflexión", dijo Sánchez, criticando los "bulos deliberados" que lanza la oposición y rompiendo su silencio absoluto de estos cinco días.
De haber dimitido Sánchez, España se hubiera encaminado a unas nuevas elecciones generales, un año después de las de julio pasado.
La decisión de Sánchez provocó expresiones de alivio entre los socialistas y críticas duras del resto de partidos.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, del conservador Partido Popular, calificó el anuncio de "bochorno" y "ridículo", y acusó a Sánchez de burlarse de los españoles. "Le ha tomado el pelo a una nación de 48 millones de españoles", sentenció.
"Hemos asistido a una comedia, a una cortina de humo (...) un acto electoral de cinco días", dijo el presidente regional catalán Pere Aragonés, de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), un partido aliado de los socialistas en el Congreso español y enemigo en el ámbito regional.
El anuncio de Sánchez le permitirá salir de su retiro para incorporarse a la campaña electoral de Cataluña, un bastión de votos para él.
"Durante estos cinco días hemos asistido a un teatro burdo, indignante y victimista, que nos ha sumido colectivamente en un bochorno internacional", lamentó el líder de la formación de extrema derecha Vox, Santiago Abascal.