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Las redes sociales son un desafío y una oportunidad para la libertad de prensa

En un contexto de conflictos armados y crisis de confianza en los medios, la era de los periodistas creadores de contenido ha iniciado y puede ser el futuro, indica Ignacio de los Reyes.
jue 02 mayo 2024 04:18 AM
Escribir en el primer plano del portátil, chatear en Facebook, sitio web de la reunión. Blogger, periodista escribiendo un nuevo artículo.
Las redes son “una oportunidad para que muchas y muchos periodistas locales tengan una distribución de sus contenidos no estábamos viendo en años anteriores”.

Las plataformas digitales de redes sociales y de consumo de contenido han sido tanto un dolor de cabeza para los periodistas y el ejercicio de la libertad de prensa. Han ayudado a la propagación de desinformación y compiten con los medios de comunicación tradicionales y digitales por la atención de usuarios cada vez menos interesados en leer noticias.

Sin embargo, las misma plataformas digitales pueden ofrecer grandes oportunidades para hacer contenido noticioso y útil para las audiencias, sobre todo en contextos de conflicto, como los que se viven actualmente en la Franja de Gaza o en Ucrania, donde periodistas han superado las barreras informativas para dar a conocer las historias de estos sitios.

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“Las redes sociales están haciendo más difícil que haya esos puntos negros informativos que suelen asociarse a situaciones de conflicto, de guerra, de violencia”, dice Ignacio de los Reyes, consultor en comunicación digital e innovación en las plataformas de contenido, en entrevista con Expansión.

Esto es importante en contextos tan peligrosos como la Franja de Gaza. De acuerdo con el Comité de Protección para Periodistas (CPJ), 97 periodistas han sido asesinados desde el inicio de la operación militar de Israel contra este enclave palestino, el 7 de octubre. Se trata del periodo más mortífero para los comunicadores desde 1992, cuando la organización comenzó a hacer sus registros.

En Gaza, las plataforma digitales son “una oportunidad para que muchas y muchos periodistas localestengan una distribución de ese contenido que no estábamos viendo en años anteriores”, dice De Los Reyes, quien ha trabajado para compañías como Meta, Google y Snapchat.

Las redes no solo son importantes para que periodistas en la zona de conflicto puedan reportar sobre lo que sucede, sino para que los comunicadores de otras regiones que no han podido entrar a la Franja de Gaza, puedan acceder a los testimonios de los habitantes de este territorio, a pesar del contexto de apagón informativo.

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“Un ejemplo interesante es Snapchat”, dice. “Y vas a ver que en Gaza tienes una cantidad ingente de contenidos publicados por personas que viven allí, que están siendo desplazadas, que están subiendo prácticamente en tiempo real, no solamente las imágenes de las que están siendo testigos, sino también incluso sus propios testimonios”, explica el especialista.

La desinformación, el desinterés y la desconfianza

Los periodistas están un contexto complejo. Aunque las plataformas pueden ser usadas como un canal de distribución excelente para las noticias, también lo son para la propaganda y para la desinformación de actores interesados en que solo se conozca su versión.

Varios medios de comunicación importantes, como la BBC y el New York Times, cuentan con equipos propios de verificación de la información que se encargan de desmentir, pero De los Reyes indica que este es un privilegio que pocos sitios cuentan y que es aún más complicado para los periodistas independientes.

“Donde se disipa un poco la frontera entre lo que es real y lo que no, se hace mucho más complejo de verificar”, señala.

Pero no es el único reto. Las audiencias están cada vez menos interesadas en el consumo de contenidos noticiosos.

De acuerdo con un estudio del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford, los consumidores de noticias, especialmente las mujeres y los jóvenes, buscan cada vez menos el contenido, por lo menos el de medios tradicionales.

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Y a esto se le une un tercer gran reto: las personas están confiando cada vez menos en los medios de comunicación. De acuerdo con el Instituto Reuters, hace cuatro años 50% de la gente en México confiaba en los medios de comunicación. Ahora solo lo hace un 14%.

La situación es muy similar en Estados Unidos. En ambos países se celebrarán elecciones presidenciales este año.

Alrededor de la mitad de los estadounidenses, el 53%, dicen que están extremadamente o muy preocupados de que las organizaciones de noticias informen de imprecisiones o desinformación durante las elecciones y alrededor del 42% expresa su preocupación de que los medios de comunicación utilicen la inteligencia artificial generativa para crear historias, de acuerdo con una encuesta del American Press Institute y el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC, publicada el miércoles.

La encuesta encontró que el 47% de los estadounidenses también expresan una seria preocupación de que los medios de comunicación reporten información que no ha sido confirmada o verificada, y al 44 % les preocupa que la información precisa se presente de una manera que favorezca a un lado u otro.

La época del periodista-creador

Así, el periodismo tiene un doble reto: interesar en las audiencias en los contenidos noticiosos y ganarse su confianza en un contexto donde la barrera entre la información real y la desinformación es cada día más difusa.

“No creo que a la gente le haya dejado de interesar el aprender sobre su mundo y el mundo que le rodea, sino que simplemente está demandando nuevas maneras de que le cuenten estas historias”, dice De los Reyes.

El consultor explica que, después de analizar los contenidos noticiosos o informativos más apreciados por los jóvenes, podemos encontrar algunos elementos en común que los hacen atractivos.

“Uno, son contenidos profundamente personales. ¿A qué me refiero? Muchas de estas ocasiones, y si vemos, por ejemplo, en TikTok, cuáles son las cuentas de noticias más populares, muchas veces no se trata de las cuentas de grandes medios (…) Muchas veces son cuentas personales de periodistas o de activistas, o de analistas que han sabido hablar ese lenguaje de TikTok, y cuyos vIdeos se parecen mucho más al de cualquier otro creador de TikTok que al de una gran redacción de medios”, explica.

De los Reyes señala que estos contenidos suelen tener un carácter más conversacional y que, lejos de banalizar temas como los conflictos armados, suelen ofrecer una perspectiva más humana de estos.

“Se trata de que tú le puedas estar contando a la audiencia por qué es importante y en qué le afecta su vida diaria ese conflicto, de la misma manera que se la contarías a un amigo”, dice De los Reyes.

“Entonces estamos viendo de periodistas que están construyendo estilos propios y narrativas ágiles, de periodistas que además están sabiendo utilizar todas las herramientas que las redes sociales les están poniendo a disposición”, explica.

Las crisis que viven los medios de comunicación empujan a los reporteros a aprender este tipo de habilidades, además del uso de herramientas como las fuentes de inteligencia abierta o la Inteligencia artificial generativa, para poder ser más un híbrido entre periodistas y creadores de contenido.

“Probablemente muchos de ellos (periodistas) van a trabajar por su cuenta como periodistas creadores digamos en redes sociales, ¿no? Donde ya el trabajar para un medio establecido no es necesariamente una garantía para muchas de las personas que están estudiando periodismo o comunicación hoy en día”, dice De los Reyes.

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