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Israel y Hamás ponen en duda una nueva tregua en la Franja de Gaza

El grupo islamista exige que un cese al fuego implique el eventual fin de la guerra, mientras que el gobierno de Benjamin Netanyahu rechaza esa posibilidad.
dom 05 mayo 2024 02:30 PM
Un soldado israelí dirige un tanque, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, cerca de la frontera entre Israel y Gaza, en el sur de Israel, el 5 de mayo de 2024.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que aceptar las "exigencias" de Hamás para poner fin a la guerra en Gaza sería "una terrible derrota para el Estado de Israel".

Las perspectivas de un alto el fuego en Gaza parecían escasas el domingo, ya que Hamás reiteró su exigencia de poner fin a la guerra a cambio de la liberación de rehenes, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo descartó de plano.

En su segundo día de conversaciones sobre la tregua en El Cairo con mediadores egipcios y qataríes, los negociadores de Hamás mantuvieron su postura de que cualquier acuerdo de tregua debe poner fin a la guerra, dijeron funcionarios palestinos.

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Un alto cargo de Hamás afirmó a AFP que la delegación del grupo islamista partió hacia Catar después de que se intensificaran las discrepancias sobre los términos de un acuerdo, que además de una tregua incluya la liberación de rehenes.

No obstante, un grupo regresará a la capital egipcia el martes "para concluir las negociaciones" indirectas con Israel, informó el medio egipcio Al Qahera News, cercano a los servicios de inteligencia, citando una "fuente bien informada".

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que aceptar las "exigencias" de Hamás para poner fin a la guerra en Gaza sería "una terrible derrota para el Estado de Israel" y equivaldría a “capitular".

En una declaración hecha pública poco después, el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, afirmó que el grupo sigue interesado en alcanzar un alto el fuego general que ponga fin a la "agresión" israelí, garantice la retirada de Israel de Gaza y logre un acuerdo "serio" para liberar a los rehenes a cambio de la liberación de presos palestinos.

Haniyeh culpó a Netanyahu de "la continuación de la agresión y la ampliación del círculo del conflicto, y de sabotear los esfuerzos realizados a través de los mediadores y las distintas partes”.

La guerra comenzó después de que Hamás sorprendiera a Israel con un ataque transfronterizo el 7 de octubre en el que murieron 1,200 personas y se tomaron 252 rehenes, según los recuentos israelíes.

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Las autoridades de Israel estiman que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 128 personas permanecen cautivas en Gaza y que 35 han muerto hasta ahora.

Más de 34,600 palestinos han muerto, 29 de ellos en las últimas 24 horas, y más de 77,000 han resultado heridos en el asalto israelí, según el Ministerio de Salud de Gaza. Los bombardeos han devastado gran parte del enclave costero y provocado una crisis humanitaria.

Un funcionario palestino cercano a los esfuerzos de mediación declaró a Reuters el domingo que esta ronda de conversaciones podría terminar pronto: "Si Netanyahu no cambia de opinión, no habrá motivo para quedarse. Siempre pueden volver a reunirse si cambia de opinión”.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que Hamás no parece tomarse en serio la posibilidad de alcanzar una tregua.

"Estamos observando señales preocupantes de que Hamás no tiene intención de llegar a un acuerdo con nosotros", dijo Gallant. "Esto significa que en un futuro muy próximo comenzarán fuertes acciones militares en Rafah, y en el resto de la Franja”.

El dirigente israelí también anunció el cierre en el país de la cadena de noticias catarí Al Jazeera por su cobertura de la guerra en Gaza.

El canal tachó la decisión de "criminal" y anunció que "recurrirá a todas las vías legales disponibles" para revertir la situación.

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Canje de rehenes

La última propuesta de tregua que los mediadores internacionales —Catar, Egipto, Estados Unidos— presentaron a finales de abril a Hamás prevé un cese de los combates por 40 días y un canje de rehenes israelíes retenidos en Gaza desde el 7 de octubre a cambio de palestinos presos en Israel.

Unas horas antes de que se reanudara el domingo el segundo día de negociaciones en la capital egipcia, un dirigente de Hamás insistió en que el movimiento islamista no aceptaría "bajo ninguna circunstancia" un acuerdo que no incluya explícitamente el fin de la guerra.

"Cuando Israel muestra su buena voluntad, Hamás persiste en sus posiciones extremas, entre las que destaca su exigencia de retirada de nuestras fuerzas de la Franja de Gaza, el fin de la guerra y la preservación de Hamás. Israel no puede aceptar eso", declaró por su parte Netanyahu en una reunión de gabinete.

El Foro de Familiares de Rehenes pidió a Netanyahu que ignorara "la presión política" y aceptara un acuerdo que permitiera liberar a los rehenes.

Miles de israelíes protestaron el sábado exigiendo a Netanyahu que aceptara un acuerdo de alto el fuego con Hamás que permitiera el regreso a casa de los rehenes restantes.

Cierre de paso fronterizo

Israel, que al igual Estados Unidos y la Unión Europea califica a Hamás como organización terrorista, se opone al alto el fuego definitivo e insiste en lanzar una ofensiva terrestre contra Rafah, por considerarla el último bastión de los comandos islamistas.

Estados Unidos, principal aliado de Israel, se opone a una invasión de esa ciudad palestina en el extremo sur del territorio, donde se hacinan 1.2 millones de personas, la mayoría desplazadas por la guerra.

Una operación terrestre en Rafah, además de tener graves consecuencias para la población, comprometería la ayuda humanitaria que entra en la Franja, en su mayoría por esta ciudad en la frontera con Egipto, y que ya resulta insuficiente para los 2.4 millones de gazatíes.

"Queremos un cese el fuego y que Gaza vuelva a ser como era, o incluso mejor", dijo Umm Jami al Ghussein, una desplazada de la ciudad.

El ejército israelí anunció el domingo el cierre del paso de Kerem Shalom que da acceso a la Franja de Gaza —y por donde ingresa la ayuda humanitaria— tras un ataque de cohetes, reivindicados posteriormente por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedín al Qasam.

Y en plena crisis humanitaria, las relaciones entre Israel y la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) siguen deterioradas desde que Israel acusó a una docena de sus empleados de haber participado en el ataque de octubre.

El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, denunció este domingo que las autoridades israelíes le "negaron —por segunda vez [desde que comenzó la guerra]— la entrada a Gaza”.

"Sólo en las últimas dos semanas hemos registrado 10 incidentes con disparos a convoyes, detenciones de personal de la ONU que incluyen intimidación, desnudarles, amenazas con armas y largos retrasos en los puestos de control que obligan a los convoyes a moverse durante la oscuridad o abortar", publicó Lazzarini en la red social X.

El jefe de la UNRWA hizo también un llamado a "Hamás y otros grupos armados para que detengan cualquier ataque contra los cruces humanitarios, se abstengan de desviar la ayuda y se aseguren de que la asistencia llega a todos los necesitados”.

Los militantes reivindicaron el domingo la autoría de un ataque que cerró el principal paso de ayuda humanitaria a Gaza.

Un alto cargo de la ONU acusó el domingo a Israel de seguir negando el acceso de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde la responsable de alimentación de la ONU advirtió de que se ha desatado una "hambruna en toda regla" en el norte del enclave.

Aunque no se trata de una declaración formal de hambruna, la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Cindy McCain, afirmó en una entrevista con NBC News emitida el domingo que, basándose en el "horror" sobre el terreno, "hay hambruna, hambruna en toda regla, en el norte, y está avanzando hacia el sur”.

En marzo, un informe respaldado por la ONU afirmó que la hambruna era inminente y probable en mayo en el norte de Gaza, y que podría extenderse por todo el enclave en julio. Se considera hambruna cuando al menos el 20% de la población sufre escasez extrema de alimentos, uno de cada tres niños está gravemente desnutrido y dos de cada 10,000 personas mueren diariamente de inanición o por malnutrición y enfermedad.

Los funcionarios de la ONU afirman que, por lo general, cuando se declara formalmente una hambruna en algún lugar ya es demasiado tarde para salvar a muchas personas. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró la semana pasada que los más vulnerables del norte de Gaza "ya se están muriendo de hambre y enfermedades”.

La ONU se ha quejado de la falta de acceso de ayuda humanitaria a lo largo de los siete meses de guerra entre Israel y los militantes palestinos de Hamás en Gaza. Guterres ha dicho que la ONU está intentando evitar "una hambruna totalmente evitable y provocada por el hombre" en el norte de Gaza.

Con información de AFP y Reuters

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