¿Por qué hay protestas en Nueva Caledonia?
La actual crisis, que costó la vida a cuatro civiles y dos gendarmes, estalló el 13 de mayo con una reforma del censo electoral de Nueva Caledonia, cuya aprobación por el Parlamento en París quiere el gobierno para finales de junio.
Los pobladores originarios canacos, independentistas en su mayoría, rechazan este plan de ampliar el derecho de voto en las elecciones provinciales a quienes lleven viviendo en el territorio al menos 10 años.
La normativa actual lo reserva a los electores inscritos en 1998 y sus descendientes, y muchos canacos, que constituyen alrededor del 40% de la población, temen que la reforma diluya su influencia en las instituciones caledonias.
El gobierno propuso la reforma del censo en pleno debate sobre el futuro institucional de Nueva Caledonia, después que sus habitantes rechazaran la independencia en tres referendos, el último contestado por los independentistas.
Macron quería que el Parlamento francés aprobara el cambio censal a finales de junio, pero, aunque no lo citó explícitamente, abrió las puertas a un aplazamiento, como le pide la mayoría de la clase política, con condiciones.
"Mi deseo es poder lograr el cese de las hostilidades (...), la vuelta a la clama, el fin del estado de emergencia y la reanudación del diálogo" antes de proponer "más tiempo para alcanzar un acuerdo global", aseguró.