"El Sr. Hernández hizo más para combatir el narcotráfico en Honduras que cualquier otro presidente hondureño antes o después", escribió Stabile sobre el exgobernante, que está encarcelado en Brooklyn desde su extradición desde Tegucigalpa en abril de 2022.
El pasado 8 de marzo, un jurado popular lo declaró culpable de tres cargos de tráfico de drogas y de armas.
Según la fiscalía, entre 2004 y 2022 —desde sus cargos de diputado, presidente del Congreso y luego presidente de la República—, Hernández participó y protegió a una red que envió más de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos.
A cambio, habría recibido millones de dólares de los cárteles de la droga, entre ellos del narcotraficante mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
Extraditado en abril de 2022 a Estados Unidos, tres meses después de entregar la presidencia a su sucesora, la izquierdista Xiomara Castro, Hernández habría sido el autor de la famosa frase: "Le vamos a meter la droga a los gringos en sus narices y no se van a dar ni cuenta", según un testigo en un juicio.
Testificando en su propia defensa, el expresidente centroamericano negó haber aceptado sobornos de los cárteles de la droga, mientras que sus abogados acusaron a los traficantes condenados de estar buscando venganza por las políticas antidrogas de Hernández.