"Es un cambio central en cuanto a las mayorías parlamentarias", advirtió Fraga.
El propio Milei reaccionó en proporción a la relevancia del hecho.
"Que voten lo que quieran, les voy a vetar todo, me importa tres carajos", les advirtió semanas atrás en un discurso ante empresarios, en el que dijo estar dispuesto a gobernar "a puro veto" contra un Congreso al que llamó "nido de ratas".
La Ley Bases "definitivamente es un éxito para un gobierno con 10% de las bancas que logra una ley tan ambiciosa", opinó Juan Negri, director de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires.
Pero conseguido el objetivo, "entramos en un momento en el cual al gobierno se le van a empezar a pedir resultados", dijo.
Así, el límite para las frágiles alianzas políticas del presidente parece anidar en la paciencia de la gente, que aún sigue dándole a Milei un voto de confianza, según sondeos.
"Si el gobierno empieza a perder popularidad, la oposición dialoguista va a empezar a mostrar mucha más resistencia", evaluó Negri.
Logra superávit fiscal, ¿pero a qué costo?
Desde que asumió en diciembre pasado el faro de su gobierno fue conseguir equilibrio fiscal lo que obtuvo al cabo del primer trimestre cuando registró superávit financiero, el primero desde 2008.
Y, tal como predijo, la inflación —que se había disparado arriba del 25% mensual en diciembre, cuando asumió y devaluó la moneda a la mitad— ha bajado, hasta llegar al 4.2% en mayo, la última cifra oficial que se conoce.