"Trump afirma, como candidato presidencial, que tiene la disposición y la voluntad de detener la guerra en Ucrania y lo tomamos muy en serio", declaró Putin.
Agregó asimismo que considera a los yihadistas talibanes, en el poder en Afganistán, como "aliados en la lucha contra el terrorismo".
"Debemos asumir que los talibanes ejercen el poder en su país. Y en este sentido los talibanes son, evidentemente, nuestros aliados en la lucha contra el terrorismo, porque cualquier autoridad está interesada en la estabilidad del país que gobierna", añadió,
Influencia
La cumbre se realizó un mes y medio después de que Putin viajara a China para buscar más apoyo en su guerra en Ucrania.
Además de sus miembros permanentes, la OCS tiene catorce "socios de diálogo", entre ellos Turquía, cuyo presidente, Recep Tayyip Erdogan, estaba presente en Astaná. Símbolo de la creciente importancia de este grupo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también participó en la cita.
La OCS representa el 40% de la población mundial y alrededor del 30% del PIB mundial, pero aparte de estos fuertes símbolos, existen numerosos desacuerdos entre sus miembros.
Aunque Rusia y China desean formar un frente común ante las potencias occidentales, han sido rivales históricos por la influencia en Asia Central, región rica en hidrocarburos y clave para el transporte de mercancías entre Europa y Asia.
Los cinco países de la región —Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán— son exrepúblicas soviéticas y comparten lazos culturales, lingüísticos y económicos con Rusia.
Turkmenistán no es miembro de la OCS, pero los otros cuatro Estados centroasiáticos sí lo son, junto con India, Irán y Pakistán.
Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, Moscú intenta mantener su influencia en estos países, frente a la pujante inversión de China.
Asia central es un eslabón esencial de la iniciativa china Nuevas Rutas de la Seda, un gigantesco proyecto de infraestructuras que comenzó hace diez años, impulsado por Xi Jinping.