La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) ganaría las elecciones legislativas en Francia sin mayoría absoluta, tras un ajustado balotaje con la alianza del presidente Emmanuel Macron y la extrema derecha disputándose el segundo puesto, según las proyecciones.
El NFP obtendría entre 172 y 215 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista entre 150 y 180 y el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados con entre 115 y 155, según cuatro proyecciones al cierre de los colegios electorales.
Los resultados suponen un revés para la líder ultraderechista Marine Le Pen, que fracasa en su intento de lograr la mayoría absoluta, que las proyecciones consideraban posible hace una semana, e incluso de ganar, como parecía posible hace dos días.
Los votantes también han castigado a Macron y a su alianza gobernante por la crisis del costo de la vida y el colapso de los servicios públicos, así como por la inmigración y la seguridad.
Attal se convirtió a los 34 años en el primer ministro francés más joven y en el primero abiertamente homosexual, cuando fue nombrado por Macron el 9 de enero de este año, en un intento de frenar el avance de la extrema derecha y ganar algo de la popularidad perdida durante su gobierno.
Antes de encabezar el gobierno de Francia, Attal era ministro de Educación, puesto en el que llegó a ser el miembro más popular del gobierno de Macron.
Gabriel Attal era la encarnación de la derechización de la política del presidente centrista, a cuyas filas se sumó en 2016 procedente del Partido Socialista.
Durante sus seis meses al frente del importante ministerio de Educación, defendió una escuela de "derechos y deberes", prohibió la abaya —prenda usada por las musulmanas— y se dijo abierto a experimentar el uso de uniformes.
Este hijo de un productor de cine y antiguo alumno de la elitista Escuela Alsaciana de París anunció además el regreso de los repetidores o la introducción de grupos de nivel para las clases de Francés y Matemáticas en secundaria.
Su veloz ascenso —de secretario de Estado en 2018 a primer ministro, pasando por vocero del gobierno, titular de Cuentas Públicas y de Educación— recordaba a la carrera del mismo Macron, quién se convirtió en presidente en 2017 con 39 años.