El texto menciona la contribución de una Conferencia Episcopal latinoamericana, según la cual en algunas sociedades "la presencia del machismo sigue siendo fuerte" y "se necesita una participación más activa de la mujer en todos los ámbitos eclesiales".
En sus contribuciones, fieles y religiosos piden globalmente al Sínodo "un mayor acceso" de las mujeres a cargos de responsabilidad en las diócesis, seminarios, institutos y facultades de teología, y alientan incluso el uso de un lenguaje más incluyente.
No obstante, sigue sin contemplarse la posibilidad de abrir a las mujeres el oficio de diácono (orden inferior al sacerdocio), y menos aún el de presbítero.
Oposición reiterada
"Mientras que algunas Iglesias locales piden la admisión de las mujeres al ministerio diaconal, otras reiteran su oposición", señala el documento.
El tema del diaconado femenino, que está sobre la mesa desde hace unos diez años, figuraba en el programa de la primera sesión del Sínodo, pero ahora fue aplazado y no figurará en la agenda de la Asamblea General de octubre.
"Es bueno que continúe la reflexión teológica, con los tiempos y modalidades adecuados", apunta el documento.
Aunque algunos se muestran favorables en un contexto de declive de las vocaciones, el Vaticano sigue oponiéndose firmemente al fin del celibato, a la ordenación de mujeres o de hombres casados.