Netanyahu insiste en continuar la guerra hasta la destrucción de Hamás, en el poder en Gaza desde 2007.
En su ataque del 7 de octubre, los milicianos islamistas mataron a 1,199 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel.
Del total de secuestrados, 105 siguen en Gaza, aunque 34 de ellos han sido declarados muertos por el ejército israelí.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado al menos 40,173 muertos, según el Ministerio de Salud del territorio palestino.
Doce muertos en bombardeo de una escuela
En la Franja de Gaza, donde la casi totalidad de sus 2.4 millones de habitantes han sido desplazados, los bombardeos israelíes prosiguen sin descanso.
La Defensa Civil gazatí anunció el martes que al menos doce palestinos murieron en el bombardeo israelí de una escuela de Ciudad de Gaza, en el norte del territorio, donde se refugiaban. Según el ejército israelí, en el establecimiento había "terroristas escondidos".
Además, seis personas murieron en un ataque del ejército israelí en Rafah, en el sur del enclave, según fuentes médicas.
Para Estados Unidos, una tregua en Gaza ayudaría a evitar un posible ataque de Irán y sus aliados —el movimiento libanés Hezbolá, Hamás y los rebeldes hutíes— contra Israel.
La República Islámica de Irán amenazó a Israel tras los asesinatos del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, y del jefe militar del movimiento libanés Hezbolá.