En la última noche de los cuatro días de la Convención Nacional Demócrata, Kamala Harris, de 59 años, prometió ser una presidenta "realista" y "práctica" para todos los estadounidenses, en el marco de su lucha contra Trump, de 78 años, en una campaña muy reñida.
"En la eterna lucha entre la democracia y la tiranía, sé cuál es mi posición y cuál es el lugar de Estados Unidos", dijo el jueves, acusando a Trump de doblegarse ante los dictadores. Prometió respaldar a la OTAN, a Ucrania y "hacer frente a la agresión de Putin", en referencia al presidente ruso.
Por otro lado, Harris dijo que tomará cualquier acción que sea necesaria para defender los intereses de Estados Unidos contra Irán y dijo que los tiranos y dictadores, incluido el norcoreano Kim Jong Un, "están alentando a Trump".
Fue un discurso contundente para una candidata que, durante su breve campaña, aún no había articulado gran parte de su visión para el país. Harris se ha enfrentado a un torrente de ataques personales por parte de Trump, que la ha calificado de débil en la escena internacional.