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Departamento de Seguridad Nacional, ¿cuál es su balance 23 años después de 9/11?

La creación de este departamento modificó la relación de Estados Unidos con México, principalmente en lo relacionado con seguridad fronteriza y política migratoria.
mié 11 septiembre 2024 05:05 AM
Agents stand in front of maps displaying surveillance infrastructure at U.S. Border Patrol Tucson Sector Headquarters on Davis Monthan Air Force Base in Tucson, Arizona, U.S., August 31, 2022.
El tema del combate al terrorismo y la migración quedaron vinculados tras los atentados del 11 de septiembre.

Los atentados terroristas contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington del 11 de septiembre de 2001 transformaron la concepción de seguridad nacional de Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, que entonces, parecía estar blindado.

Como consecuencia, nació el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que fusionó 22 agencias gubernamentales en una sola, incluido el Servicio de Aduanas, el Servicio de Inmigración y Naturalización, la Guardia Costera de Estados Unidos y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.

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La creación del DHS modificó de manera radical la relación bilateral entre Estados Unidos y México, que pasó a ser considerado como una parte del perímetro de seguridad de su vecino.

Un cambio de paradigma de seguridad

A lo largo del último siglo, la concepción de la seguridad fronteriza ha cambiado, explica el profesor de la Universidad Iberoamericana, Javier Urbano. Posterior a la Segunda Guerra Mundial, la concepción de la frontera estaba vinculada con el patriotismo y la competencia entre las potencias capitalistas y socialistas que marcaron la segunda mitad del siglo XX.

Hacia el final de la Guerra Fría, durante la década de los 80 y a principios de los 90, la caída del bloque soviético, transformó la concepción de la seguridad fronteriza, que ya no estaba marcada por la ideología. Pero el cambio más significativo ocurrió después de los atentados del 11 de septiembre.

“Este evento evidentemente cambia la lectura de la seguridad nacional en Estados Unidos y visto que había mucha gente que entraba de forma irregular a Estados Unidos, en promedio de cerca de un millón de personas, Estados Unidos ciertamente lo asocia a esto (el terrorismo)”, explica Urbano.

El uso de la inteligencia, la cooperación internacional y el establecimiento de perímetros de seguridad cobran protagonismo para la estrategia de seguridad interna de Estados Unidos. Por ello, también se fortaleció la seguridad fronteriza, sobre todo en el límite con México, pues la migración comenzó a vincularse con el combate al terrorismo.

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“Buena parte de las últimas dos décadas has estado marcadas por el terrorismo vinculado a la migración, especialmente en su frontera sur”, explica el profesor de la Universidad Iberoamericana.

Esto también condujo a un aumento en la inversión para los elementos de contención de la migración, como la policía fronteriza y la infraestructura, y claro, a la creación de una instancia como el Departamento de Seguridad Nacional.

"Buena parte de la narrativa tiene que ver con ubicar, con ubicar físicamente al enemigo. Y como nombrar terrorismo es literalmente nombrar a un holograma, no se nota, es un fenómeno global y deslocalizado, la ubicación de la migración como origen del terrorismo le da argumentos a la unión americana para establecer mecanismos de control para contenerlo”, explicó Urbano.

México: de un socio incómodo a un problema

La creación del Departamento de Seguridad y el cambio del paradigma de seguridad en Estados Unidos también afectaron la relación bilateral con México, un país con el comparte una frontera de más de 3,000 kilómetros, por la cual cruzan diariamente miles de personas, de manera regular y no.

Urbano indica que, por lo menos hasta el gobierno del demócrata Barack Obama, la relación que se tenía con México en el tema migratorio y de seguridad era la de un socio, “tal vez un socio incómodo, tal vez tenso, pero socio al fin y al cabo”. Pero esto cambió con el sucesor de Obama.

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Donald Trump, expresidente de Estados Unidos (2017-2021) y candidato republicano a la Casa Blanca, ha usado en sus distintas campañas un discurso en el que vincula a la migración proveniente de la frontera sur con la falta de seguridad que, presuntamente, viven los estadounidenses. También ha acusado, sin dar pruebas, que desde México entran terroristas a su país.

“Con Trump, lamentablemente, la idea de México cambió radicalmente y se convirtió más un problema. Incluso, para algunos sectores políticos, se convirtió en un enemigo. En un cambio muy duro que tiene efectos muy graves en la relación con México”, dijo el académico.

Por ejemplo, Urbano recuerda que durante su gobierno, Trump recurrió a amenazas y chantajes para que México tomara acciones que impidieran la llegada de inmigrantes provenientes de Centroamérica hasta la frontera con Estados Unidos.

Con Joe Biden, si bien el discurso cambió, la relación tensa con el presidente Andrés Manuel López Obrador, no permitió que se regresara del todo a la concepción de México como un socio para Estados Unidos, que se volvió incluso más grave con temas como el tráfico de armas y de drogas, especialmente fentanilo.

Problemas como los malentendidos y la falta de cooperación ara la captura de Ismael “el Mayo” Zambada, el líder histórico del Cártel de Sinaloa, “se manifiesta una lectura en la que Estados Unidos no ve a México como un colaborador, sino como un estorbo”.

Un balance del DHS

Más de dos décadas después de la creación del DHS, para Urbano, el balance no es positivo, especialmente en el tema migratorio.

“Ha agravado la narrativa sobre seguridad, es decir, ha securitizado la migración cuando el abordaje debe ser mucho más multifactorial”, explica el especialista en política migratoria. “Para efectos de promover una narrativa de seguridad en Estados Unidos creo que ha sido eficiente, pero para la gestión de fenómenos vinculados con la seguridad creo que ha sido muy limitado.

Urbano indica que en 2025, el próximo presidente de Estados Unidos revisará los alcances que tiene el Departamento de Seguridad.

“Mi lectura es que fue creado como reacción a un fenómeno, pero no como resultado de la evaluación de las debilidades de Estados Unidos en materia de seguridad.

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