Mientras que la cifra total de desplazados en el país asciende a cerca de medio millón, de acuerdo con el ministro libanés de Relaciones Exteriores, Abdallah Bou Habib.
El lunes, los bombardeos israelíes en Líbano dejaron 558 muertos, la cifra más alta registrada en un solo día desde el fin de la guerra civil libanesa (1975-1990), de acuerdo con las autoridades libanesas.
Esta escalada ha generado una crisis humanitaria y un incremento de personas desplazadas. El ministro libanés de Relaciones Exteriores, Abdallah Bou Habib, declaró que la cifra total de desplazados en el país "se acerca probablemente al medio millón".
La ONU ha advertido sobre el impacto devastador de los ataques en la población civil y la creciente crisis humanitaria. El organismo ha pedido a las partes en conflicto que garanticen la protección de los civiles y el acceso a la ayuda humanitaria, mientras continúan los bombardeos en la región.
Una posible incursión terrestre
Ante esta situación, el jefe de las Fuerzas Armadas de Israel, Herzi Halevi, pidió a sus tropas que se preparen para una posible incursión terrestre en Líbano. Israel ha intensificado sus ataques aéreos, especialmente contra posiciones del movimiento islamista, Hezbolá.
Estos bombardeos, según Halevi, tienen como objetivo preparar el terreno para una posible entrada y seguir atacando a las fuerzas de Hezbolá.
En un mensaje dirigido a sus tropas, Halevi subrayó que los ataques no se detendrán y que las fuerzas israelíes deben continuar debilitando a Hezbolá en todas sus posiciones. Además, instó a las tropas a estar listas para entrar y "destruir al enemigo y sus infraestructuras" cuando se ordene.