La Unión Europea también reaccionó el jueves a la propuesta, calificándola de "imprudente e irresponsable". "No es la primera vez que Putín está jugando con su arsenal nuclear", dijo a los periodistas el portavoz de política exterior de la UE, Peter Stano. "Por supuesto, rechazamos firmemente estas amenazas."
Por su parte, el Kremlin, Dmitri Peskoy, afirmó el jueves que el cambio en la doctrina rusa sobre el uso de armas nucleares, anunciado el miércoles por el presidente Vladimir Putin, debe considerarse "una advertencia específica" para Occidente, en plenas tensiones desde la ofensiva en Ucrania de febrero de 2022.
"Es una señal que advierte a estos países de las consecuencias de participar en un ataque a nuestro país con diversos medios, no necesariamente nucleares", añadió.
La propuesta permitiría además a Moscú responder con armas nucleares contra Estados no nucleares que reciban apoyo de potencias nucleares, una clara referencia a Ucrania y a sus aliados occidentales.
Sin mencionar a Ucrania, Peskov dijo que la "disuasión nuclear de Rusia se está ajustando debido a elementos de tensión que se están desarrollando a lo largo del perímetro de nuestras fronteras".
Los cambios de la doctrina nuclear rusa, que solo puede aprobar Putin, coinciden con la petición de Ucrania de obtener el permiso de sus aliados occidentales para usar armamento de precisión de largo alcance para atacar objetivos en el interior de Rusia.
Rusia fue parte del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) desde 1968 hasta 2022. Aunque había ratificado este tratado, su política nuclear actual refleja una postura de modernización y mantenimiento de su arsenal nuclear. Y por el contrario, no había hecho avances significativos hacia el desarme, como se exige en el TNP.
Hasta ahora, Rusia había mantenido una doctrina de "disuasión nuclear", basada en el concepto de "Destrucción Mutua Asegurada" (MAD, por sus siglas en inglés), adoptado al final de la Guerra Fría.
Esta doctrina refleja la capacidad de las potencias nucleares para infligir daños masivos en el territorio de su enemigo en caso de un ataque. Sin embargo, en febrero de 2023, Rusia suspendió su participación en el último tratado vigente que regulaba el control de armas nucleares, el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas o "Nuevo START". Esto ha generado una mayor volatilidad e incertidumbre en la seguridad internacional, ya que cualquier amenaza de Rusia con el uso de armas nucleares ahora ocurre en un entorno con menos restricciones.