Ante el tribunal, el acusado aseguró que desconocía que los hechos estaban siendo grabados y que se dio cuenta de lo ocurrido cuando los investigadores le mostraron los videos tras su detención.
Preguntado por si solicitó el consentimiento a Gisèle Pelicot, respondió que "en las relaciones libertinas en general, son los hombres quienes hablan", "la mujer siempre espera".
Sus declaraciones provocaron una cara de desdén de la víctima que, desde el inicio del juicio, defiende que nunca dio su consentimiento ni a su marido ni a ninguno de los acusados y que desconocía los hechos.
Simone M., otro acusado de 43 años y exmiembro de las fuerzas de montaña del ejército, aseguró también ante el tribunal que pensaba que era una "fantasía" de los Pelicot, vecinos suyos.
Y Redouane E. se presentó claramente como una "víctima" de Dominique Pelicot, asegurando que le impuso una felación a la víctima dormida por "temor" a su marido, e incluso de los investigadores por no registrar el celular de Gisèle en pos del beneficio de la duda. "Pido que se nos trate a todos por igual", aseguró este enfermero de 55 años.