Dichos actos sucedieron días después del festejo del Día Nacional de Taiwán el 10 de octubre, en el que el presidente taiwanés reafirmó el estatus de autogobierno de la isla y su compromiso de mantener la autonomía frente a la creciente presión de China.
La disputa por la soberanía
La soberanía es el núcleo del conflicto dada la autodeterminación de Taiwán mientras muchos taiwaneses defienden su derecho a ser reconocidos como un estado soberano.
Por su parte, el principio de “una sola China” sostiene que existe solo un Estado chino, y que Taiwán es parte de este. En este contexto, China propuso la opción de "un país, dos sistemas", que permitiría a Taiwán gozar de una considerable autonomía bajo el control de Beijing.
De acuerdo a la BBC, este ejercicio se llevó a cabo en Hong Kong en 1997 pero el gobierno de Taiwán rechazó debido a las repercusiones que tuvo.
Los eventos clave de la historia entre China y Taiwán
Según la BBC, los primeros pobladores de Taiwán fueron tribus austronesias, seguidas por colonos chinos en el siglo III d.C y tras ser administrada por la dinastía Qing, Taiwán fue cedido a Japón después de la Primera Guerra Sino-Japonesa.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Taiwán fue ocupado por la República de China (ROC), que se estableció con el apoyo de sus aliados, Estados Unidos y el Reino Unido.
Sin embargo, tras la derrota del Kuomintang en la guerra civil china (1945-1949), el Partido Nacionalista Chino (Kuomintang) se retiró a Taiwán en 1949, donde estableció un gobierno independiente —y autoritario— hasta 1980.
Desde entonces, China ha considerado a Taiwán como una provincia rebelde, y la República Popular China (RPC) no ha renunciado al uso de la fuerza para lograr la reunificación.