¿Por qué importan estos votos?
Pensilvania, Arizona, Nevada, Wisconsin, Carolina del Norte, Michigan y Georgia son estados bisagra o pendulares, llamados así porque suelen decantar la balanza por uno u otro partido en función de los candidatos.
La influencia de los latinos se dispara en dos de ellos: Arizona, donde constituyen el 25% del padrón electoral, y Nevada (22%), pero su número también ha crecido mucho en Pensilvania y en partes de Wisconsin, como Milwaukee, donde se celebró la Convención Republicana.
En Georgia y Carolina del Norte, otros dos de los estados bisagras, los votantes negros tienen gran relevancia. En el primer estado, un 33% de los posibles votantes son negros, y en el segundo 23%.
Por ejemplo, en Pensilvania hay 579,000 latinos que pueden votar, de acuerdo con el Instituto Latino de Política Pública de UCLA en septiembre, pero acostumbra a hacerlo la mitad, un porcentaje muy inferior al de población blanca o negra que acude a las urnas.
"Es una simplificación extrema atribuir un margen de victoria estatal o nacional a solo un grupo demográfico", explica el profesor universitario A.K. Sandoval-Strausz, en un artículo en la plataforma digital independiente The Conversation.
Pero "en unas elecciones muy reñidas como estas, pequeños cambios en los márgenes entre grupos clave, como los votantes latinos en Pensilvania, pueden determinar quién se convierte en presidente", añade este profesor de historia y director del programa estudios latinos en la Universidad Penn State.
Ambos candidatos saben que cada voto cuenta. Trump ganó en este estado por 44,000 sufragios en 2016 y el presidente demócrata Joe Biden se impuso por 81,000 en 2020.