La campaña presidencial estadounidense entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris ha sido especialmente volátil, y la seguridad para la jornada electoral se había reforzado hasta niveles sin precedentes ante la preocupación por posibles disturbios, artimañas electorales y violencia contra los funcionarios electorales.
"El FBI tiene conocimiento de amenazas de bomba a colegios electorales en varios estados, muchas de las cuales parecen proceder de dominios de correo electrónico rusos", dijo la portavoz Savannah Syms en un comunicado.
"Hasta ahora no se ha determinado que ninguna de las amenazas sea creíble", añadió, e instó a la población a "permanecer alerta".
El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, dijo que el estado también había identificado la fuente de las amenazas de bomba que interrumpieron brevemente la votación en los lugares de votación allí, "y era de Rusia". No dio más detalles.
Un funcionario electoral del condado de Fulton, en Georgia, afirmó que los lugares de votación estuvieron cerrados brevemente mientras se investigaban las amenazas.
Por otro lado, según ABC News en Washington DC arrestaron a un hombre que olía a combustible y encontraron que portaba una pistola y una antorcha de camino a la proyección de las elecciones.