La viceprimera ministra y ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, presentó este lunes su dimisión del gobierno en medio de profundas discrepancias con el primer ministro Justin Trudeau sobre cómo abordar la amenaza de la administración entrante de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a los productos canadienses.
Chrystia Freeland renuncia al gobierno de Canadá tras desacuerdos con Trudeau
"Discrepamos sobre el mejor camino a seguir para Canadá", escribió Freeland en una carta publicada en la red social X (anteriormente Twitter), calificando el momento actual como "un gran desafío" para el país.
See my letter to the Prime Minister below // Veuillez trouver ma lettre au Premier ministre ci-dessous pic.twitter.com/NMMMcXUh7A
— Chrystia Freeland (@cafreeland) December 16, 2024
"Nuestro país enfrenta hoy una política de nacionalismo económico agresivo por parte de la nueva administración estadounidense", señaló Freeland, quien ha sido un pilar clave en el gabinete de Trudeau desde su llegada al poder en 2015, ocupando diversos cargos ministeriales de alto perfil.
Freeland destacó en su misiva que, para ser efectiva en su cargo, un ministro debe contar con la plena confianza del primer ministro, algo que, según ella, ya no estaba garantizado. "Usted ha dejado claro que ya no tengo esta confianza de manera creíble y que ya no tengo la autoridad que eso implica", afirmó, refiriéndose directamente a Trudeau.
La ahora exvice primera ministra indicó que, aunque el viernes le fue ofrecido un nuevo puesto dentro del gabinete, optó por renunciar al considerar que "el único camino honesto y viable" era dejar su cargo.
Clave en la política comercial de Canadá
Freeland es reconocida como una de las figuras más influyentes en la política comercial de Canadá, especialmente por su papel central en las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), donde defendió los intereses canadienses frente a un panorama proteccionista liderado por Trump. Su experiencia en política económica y relaciones internacionales la convirtió en una negociadora clave durante los momentos más tensos de la renegociación, asegurando que Canadá lograra mantener acceso preferencial a su mayor mercado exportador.
Ahora, sin embargo, el país se encuentra nuevamente en una encrucijada. Desde que Trump anunció hace quince días su intención de imponer aranceles del 25% a productos canadienses, la incertidumbre se ha apoderado de la economía canadiense. Estados Unidos es el principal socio comercial de Canadá, representando el 75% de sus exportaciones.
Freeland, consciente de la gravedad del momento, expresó la necesidad de "tomar extremadamente en serio" las amenazas arancelarias de Trump. "Eso significa mantener nuestra pólvora fiscal seca hoy, de modo que tengamos las reservas que podamos necesitar para una futura guerra arancelaria", escribió, subrayando que el contexto no permite "costosos trucos políticos".
Impacto político y económico
La renuncia de Freeland representa un golpe significativo para el gobierno de Trudeau, que enfrenta uno de los desafíos más grandes de su mandato. Su salida ocurre en un momento crítico, con un panorama de tensiones comerciales y una administración estadounidense comprometida con el proteccionismo económico.
Freeland, considerada una aliada cercana de Trudeau durante años, también había desempeñado un papel destacado como ministra de Asuntos Exteriores, fortaleciendo los vínculos de Canadá en el escenario global y liderando negociaciones clave como las sanciones contra Rusia y las estrategias comerciales con China.
Mientras Canadá busca articular una respuesta a las políticas de Trump, la salida de una figura con la experiencia de Freeland deja un vacío importante en el gabinete, generando dudas sobre cómo enfrentará el gobierno canadiense la inminente guerra arancelaria.