Sheinbaum rechaza la posibilidad de que las mafias mexicanas sean designadas como terroristas bajo el mismo argumento de López Obrador, de evitar una incursión extranjera que atente contra la soberanía del país, una postura que reiteró este domingo durante una visita al estado de Sinaloa (noroeste), que sufre una escalada de violencia criminal desde septiembre.
"Nosotros colaboramos, coordinamos, trabajamos juntos, pero nunca nos vamos a subordinar. México es un país libre, soberano, independiente y no aceptamos injerencismos en nuestro país", dijo Sheinbaum, entre aplausos, durante un acto público.
Durante su mandato en 2019, Trump archivó ese plan a petición del entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que quería la cooperación de Estados Unidos en la lucha contra las bandas de narcotraficantes, no una intervención.
Algunos funcionarios estadounidenses también habían expresado en privado recelos de que la medida pudiera dañar las relaciones con México y obstaculizar la lucha del gobierno mexicano contra el narcotráfico.
El programa electoral oficial de Trump dice que cuando asuma el cargo ordenará al Pentágono el uso de "fuerzas especiales, guerra cibernética y otras acciones encubiertas y manifiestas para infligir el máximo daño al liderazgo, la infraestructura y las operaciones de los cárteles".
Insiste a la deportación
Trump reiteró que una vez que regrese a la Casa Blanca en enero firmará una orden ejecutiva para cerrar las fronteras del país a los migrantes indocumentados e iniciará el mayor plan de deportación de extranjeros en la historia de Estados Unidos.
Insistió en que la deportación servirá para expulsar a miembros de pandillas y mafias extranjeras que, según dice, han ingresado a Estados Unidos debido a la política migratoria del saliente gobierno de Joe Biden.
"Cada pandilla extranjera y extranjero ilegal, toda esta red criminal que opera en suelo estadounidense será desmantelada, deportada y destruida", afirmó.