El secretario de Estado, Antony Blinken, al presentar a Biden, dijo que el presidente le había encomendado la tarea de reconstruir las alianzas estadounidenses, "cruciales" para "marcar una diferencia".
Robert Benson, analista de políticas en el Center for American Progress, de tendencia izquierdista, dijo que Trump tenía razón "al identificar la amenaza que representan una Rusia revanchista y una China expansionista".
"Sin embargo está completamente equivocado en la forma en que ha alejado a nuestros socios y aliados, presionando a nuestros socios europeos, particularmente, para que se distancien de Estados Unidos", dijo.
Mandato en marcha
El estilo de Trump ha diferido de las transiciones presidenciales habituales, en las que la administración entrante espera hasta la investidura para hacer maniobras políticas.
En una escena sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos, el emir de Qatar —intermediario clave en la negociación de un alto el fuego en Gaza— se reunió el lunes con el enviado de Trump para Oriente Medio y con el jefe de la Casa Blanca de Biden para Oriente Medio.
Pese al estilo casi siempre poco ortodoxo y grandilocuente de Trump, también hay señales de que en otras áreas tendrá un enfoque más tradicional.
Waltz, un veterano de Afganistán y congresista, y el senador Marco Rubio, su candidato a secretario de Estado, son considerados parte de la corriente principal del Partido Republicano.