La reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada para discutir los desafíos migratorios en Honduras este jueves, fue cancelada tras resolverse el enfrentamiento diplomático entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Colombia, Gustavo Petro.
Cancelan reunión de CELAC tras superarse roce entre EU y Colombia

“Honduras, en ejercicio de la Presidencia Pro Témpore de la CELAC, cancela la Reunión Extraordinaria de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno convocada para el 30 de enero", indicó un comunicado de la Cancillería hondureña. La razón de la cancelación fue que "Colombia anunció públicamente que el 'impasse' había sido superado", agregaron fuentes diplomáticas.
La convocatoria de la reunión había sido realizada por la presidenta hondureña, Xiomara Castro, en un contexto de creciente tensión diplomática en la región. Castro, en su calidad de líder de la CELAC, había propuesto este encuentro urgente para abordar temas clave como los flujos migratorios, la unidad latinoamericana y caribeña, y la crisis medioambiental que afecta a la región.
División dentro de CELAC y las posturas regionales
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es un foro intergubernamental regional creado en 2010 en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, compuesta por 33 países. Este organismo fue fundado con el objetivo de promover la integración política, económica, social y cultural de los países de América Latina y el Caribe, sin la participación de Estados Unidos ni Canadá, los cuales forman parte de otras organizaciones como la Organización de Estados Americanos (OEA).
La CELAC ha sido testigo de un creciente abismo entre los gobiernos de izquierda y los de derechas en relación con el enfoque hacia Estados Unidos.
Los presidentes de izquierda, como Petro y Castro, han sido críticos de las políticas migratorias de la administración Trump, las cuales consideran un reflejo de una postura unilateral y punitiva.
Mientras tanto, países con gobiernos de corte más conservador, como El Salvador y Guatemala, tienden a alinear sus políticas con las propuestas de Washington, promoviendo una cooperación más estrecha en temas de seguridad y control migratorio.
El conflicto diplomático entre Trump y Petro comenzó cuando el presidente colombiano bloqueó el ingreso a Bogotá de vuelos militares de Estados Unidos que transportaban migrantes deportados. Este acto de confrontación provocó una respuesta inmediata de la administración Trump, que decidió aumentar en un 25% los aranceles sobre las importaciones provenientes de Colombia. La escalada de tensiones llevó a Petro a afirmar públicamente que respondería con medidas recíprocas, lo que incrementó aún más la tensión entre ambos países.