"Ha ofrecido alojar en sus cárceles a peligrosos criminales estadounidenses detenidos en nuestro país, incluidos aquellos con ciudadanía estadounidense y residencia legal", agregó en declaraciones a la prensa, tras reunirse con Bukele.
No existe prácticamente ningún precedente en la época contemporánea de que un país democrático envíe a sus propios ciudadanos a cárceles extranjeras, y cualquier intento de hacerlo será impugnado seguramente ante los tribunales estadounidenses.
Rubio acogió con satisfacción la propuesta y dijo estar "profundamente" agradecido con Bukele, cuya guerra contra las pandillas disparó su popularidad en El Salvador y en otros países, incluso en Estados Unidos entre simpatizantes del presidente Donald Trump.
"Ningún país ha hecho nunca una oferta de amistad como esta", subrayó el jefe de la diplomacia estadounidense, quien dijo haber hablado temprano con Trump sobre el tema.
Desde su vuelta a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump emprendió la deportación masiva de migrantes, ha tratado de acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento y anunció planes para recluir a 30,000 inmigrantes en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba).
La megacárcel de Bukele
Bukele goza de gran popularidad por su ofensiva contra las pandillas, basada en un régimen de excepción que, desde 2022, ha dejado a unos 83,000 detenidos, sin orden judicial, muchos de ellos inocentes, por lo que es criticada por grupos de derechos humanos.